En concreto el espionaje francés haría uso de la información que están obligados a retener los proveedores de telecomunicaciones, para mantener una gigantesca base de datos sobre los ciudadanos y sus relaciones. Esta información solo incluye metadatos, es decir en el caso de llamadas los números, los identificadores de los teléfonos, la duración, ubicación y hora; y en el de comunicaciones por Internet las cabeceras de los emails e incluso las páginas visitadas.
Según explica Le Monde este sistema de espionaje masivo no sería conforme a la ley, pero eso no habría impedido que la base de datos se comparta entre los diferentes servicios de inteligencia, e incluso con la policía, aduanas o el departamento contra el blanqueo de dinero. ¿Será una práctica habitual en otros países, incluido España?
Apasionado de la informática y las nuevas tecnologías desde los 8 años, cuando un Amstrad PC1512 se convirtió en mi "juguete" preferido. Una década después descubrí la PSX y los PIC12C508, y de esa unión nació ElOtroLado.