Neko no Ongaeshi me encantó. La historia quizá no sea la panacea, pero los personajes son entrañables, la música es fantástica (de hecho, me compré el CD con la BSO), la animación soberbia (como siempre, tratándose de Ghibli) y, cómo no, tiene ese feeling típico de este estudio de animación que hace que te sientas parte de la historia.
Una gran película.