Gracias ^_^
Sigo por aquí con el resto de días.
Día 2
(Torre Eiffel, Museo del ejército/Tumba de Napoleón, Museo de Rodin, Museo D'Orsay)
Como no llevábamos las entradas para la torre fuimos "prontito". (Nos acercamos desde el Trocadero) Relativamente, porque abren a las 9 y llegamos a las diez... ¡y había poca cola! ¡Bieeeen! Estábamos hartos de leer que la gente en estas fechas hacía 2 horas de cola para subir y temíamos por nuestras vidas. Pero nada, en un plis sacamos las entradas (15 pavos subir hasta la cima) y ale, ascensor hasta el segundo piso... pero allí sí hay que hacer una cola larga para subir al ascensor que te lleva a la cima. GRRR. Al menos te distraes con las vistas.
Arco del Triunfo desde el segundo piso:
Y desde la cima:
Es una gozada lo gigantesco que es París. Como la rejilla es grandecita se pueden hacer fotos estupendamente. Yo no soy muy amiga de las panorámicas pero es casi obligatorio hacerlas desde allí arriba.
Entre unas bobadas y otras, te tiras la mañana allí arriba.
Luego fuimos a comer a un sitio genial que nos habían recomendado que está muy cerca de la torre y que yo también os recomiendo, el Café Constant. Aprovechamos para comprar unos pocos macarons allí al lado, que no se diga que no probamos de todo.
Como el Museum Pass es para ver museos, nos dimos un atracón este día, con los "menores", dejando el Louvre para el final. Tiramos para el Musee de l'armee, que es el museo del ejército (está justo detrás de la tumba de Napoleón), pero apenas lo visitamos, porque nos interesaba poco. Muchas armas preciosas, mucho traje bélico,... si os interesa la temática os gustará mucho. Está muy tranquilo y lo tienen iluminado muy tenue.
Tiramos para la tumba que era lo que íbamos a ver. No tenía ni idea de cómo era y me sorprendió bastante.
El amigo Napoleón tenía un super concepto de sí mismo, porque vaya cacho de mausoleo que se hizo, el colega.
Muy chulo.
De camino al museo D'Orsay nos encontramos con el museo de Rodin, y como con la museum pass nos saltábamos la cola, p'adentro que fuimos. Es muy recomendable y muy bonito. Desde luego merece más tiempo del que le echamos, es una pena.
El D'Orsay:
A pesar de tener algunas obras famosas e importantes, quizás no sea un museo imprescindible para una visita rápida a París. Pero también hay que exprimir el museum pass a tope y dar una vueltecita por allí no hace daño.
Día 3
(Louvre, Palacio Real, Ópera, Madeleine, Concorde, Champs Élysées, Grand et Petit Palais, Arc de triomphe)
También habíamos leído mucho sobre las colas del Louvre, pero con el Museum Pass te la saltas a la torera (si no vais con la tarjeta ésta dichosa, podéis entrar por el centro comercial Carrousel du Louvre, subterráneo, suele haber menos cola que en la famosa pirámide) así que ale. La plaga en este museo son los chinos. Son como nubes de langostas. Da igual lo que estés haciendo y la posición que tengas ante una obra, se te ponen delante, echan diez fotos cada uno y se van tal y como vinieron. Yo acabé hasta el gorro de ellos.
Pero el museo es impresionante y me gustó mucho, mucho.
Los chinorris delante de la Mona Lisa:
#selfieconlagioconda #atope #comomolo
Procurad relajaos y disfrutad de obras tan enormes como la coronación de Napoleón, la Venus de Milo, la Victoria alada, Eros y Psique, el fantástico Código de Hammurabi, las bodas de Caná, los apartamentos de Napoleón, etc. etc.
Comimos en otro sitio muy recomendable, Oscar Restaurant.
Luego paseamos por delante del Palais Royal, la Ópera y la Madeleine.
Digamos que en este punto estábamos bastante cansados.
Seguimos a ver la plaza de la Concordia, y paseamos sólo por el último tramo de los Campos Elíseos para llegar al Arco del Triunfo. La zona es comercial y hay mucho ambiente. Podéis tomar un estupendo helado en Jeff de Bruges . Es carete para no variar, pero está muy bueno el de chocolate. Que no os echen para atrás los toppings guarrindongos que se ven de primeras.
Sí amigos, más escaleras.
Y sí amigos, más vistas estupendas de la ciudad. (Si habéis estado atentos, habréis visto la plaquita en la torre Eiffel de la primera transmisión por radio que se hizo hasta aquí, 4 km en línea recta.)
Es la rotonda más grande del mundo, y probablemente, la más peligrosa también. Conducir ahí da miedo. Las barritas dichosas que impiden que te caigas, también impiden hacer fotos cómodamente.
Día 4
Reventados ya de caminar por la maravillosa París, decidimos tomarnos este día con calma. Y como era finde y estábamos cerca, fuimos al Marché aux Puces, el mercadillo más grande del mundo. Cuidado aquí. Habíamos leído que era importantísimo no llevar nada de valor pues era muy fácil que te atracaran. Esto es relativamente cierto. Veamos el mapa.
En las calles color caqui, horizontal y vertical, se encuentran los puestos de chatarra y porquería más horribles del universo. (y de ropa de imitación, chándales y deportivas a cascoporro, por ejemplo)
Y sí, da sensación de inseguridad. Pero, los mercados rosas, que es donde está la gente normal y los guiris, son como edificios con puestos, algunos cubiertos y otros al aire libre, esos sí, están llenos de cosas MEGA ULTRA CARAS, y ahí si que te atracan.
En serio, depende un poco del mercado, por ejemplo, visitamos el Marché Biron, y era todo mobiliario barroco de precios disparatados. El Marché Vernaison fue el que más me gustó, es muy muy bonito y con muchas cosas interesantes, y pude comprarme alguna cosilla de souvenir. En el Dauphine también había cosas asequibles y chulas.
Comimos por allí cerca, en un sitio de barrio, muy barato aunque era muy de batalla (Le Voltaire por sí os interesa) y descansamos. Por la tarde visitamos las famosas Galerías Lafayette, en las que sí, amigos, hay más vistas que ver, jajaja.
Es el edificio de la Ópera por detrás. (esta panorámica se me ha roto, jo)
Para terminar y despedirnos de ésta pedazo de ciudad, nos dimos una cena-homenaje en el Café Barge, que es un barco anclado en el Sena, y está en una zona nueva y reformada en la que no hay guiris. Nos pusimos hasta las trancas. El menú creo que eran unos 45 euros, y el vino aparte claro. Si os gusta comer bien, no os vayáis sin pedir el foie gras. Desde la mesa podíamos ver Les Docks,Cité de la Mode et du Design.
Me encantaría volver para visitar alguna cosilla que nos hemos dejado, como las Catacumbas, y sobretodo, salir de la ciudad a visitar Versailles, y Normandía, y el Mont Saint Michel... Pero vaya, París es un pasote y os recomiendo mucho visitarla.