Lo que algunos no entendéis es que un jugador no puede empezar partido con amarilla porque en otros partidos haya estado al límite de la roja.
A mi no me fascinan precisamente los jugadores que son tan excesivamente agresivos, pero vamos a ver, el sistema de tarjetas implica unas sanciones, y estas sanciones son por partido. Si es reincidente en un partido, al pitar final se deja de contar el número de faltas seguidas que lleva. Al siguiente partido no empieza ya con la cuenta donde la dejó el partido anterior.
Igual que, si en un partido le sacan amarilla, una amarilla en el siguiente partido no implica expulsión.
Para eso está la sanción de que cada 5 amarillas se come un partido.