Por falta de tiempo para poner algún comentario, os dejo el cortipega de EL MUNDO. Luego ya pondré algo chavalotes.
El Mundo escribió:BUENOS AIRES | MADRID.- Sigue teniendo una lengua mordaz, una curiosidad insaciable, y por supuesto, sigue odiando la sopa. Mafalda, la niña mimada de Quino, cumple medio siglo, y lo hace con una gran exposición en Buenos Aires donde se pueden ver los mejores trabajos de los 50 años de dibujos del padre de la criatura.
La exposición, inaugurada el pasado miércoles en el Palacio de Hielo de Buenos Aires (Argentina), muestra la trayectoria de uno de los más conocidos caricatiristas argentinos desde sus inicios, allá por el año 1954, en la revista 'Esto es'.
El nombre de Quino, pseudónimo bajo el que se esconde Joaquín Lavado, ha traspasado las fronteras de su país natal, hasta tal punto que Mafalda ha sido traducida a más de 20 idiomas, y el Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, aseguró hace unos años que "después de leer a Mafalda me di cuenta de que lo que te aproxima más a la felicidad es la 'quinoterapia'.
A través de Mafalda, su familia y sus amigos -Manolito, Felipe, Susanita, Libertad...- Quino ha dado su particular visión del amor, la guerra, la libertad, la represión, el psicoanálisis, el feminismo, la religión y el sexo. Bueno, y la sopa, claro.
Quino, que habitualmente reside en Madrid, se ha declarado en múltiples ocasiones sorprendido por la repercusión que han tenido sus dibujos en países tan diferentes a su país natal como Japón, o Estados Unidos. "Las tiras de Mafalda están sembradas de tópicos argentinos, y siempre me he preguntado cómo pueden entenderlas en otras culturas", asegura.
Para Quino, uno de los problemas que más ha sufrido durante su carrera como dibujante fue el periodo de censura que vivió en un país que pasó por una dictadura militar. Él mismo llegó a reconocer que pasó por etapas en las que tuvo que autocensurar sus tiras cómicas. "En las primeras redacciones que trabajé, me advirtieron inmediatamente de que había algunos temas que no podía tocar, como el sexo, los militares o la represión", asegura el dibujante argentino.
Así que la situación le obligó a buscar "maneras de esquivar el control", como fue el caso de la aversión de Mafalda hacia la sopa, "que para mí era una metáfora del autoritarismo militar", dice Quino.