Tony Skyrunner escribió:- Imaginar una habitación pintada de negro, con suelo negro, cama negra, sillón negro y un negro etcétera. Lo leí en algún sitio y es una memez que no sirve para nada, salvo para hacerte un poco racista.
- Imaginar una pantalla de bonus de El Rey León (la de Timón y Pumba cogiendo bichos, aunque con tonos más verdosos
http://www.youtube.com/watch?v=4-Y8MPuYfvQ) y dos barras de energía que se llenan y vacían al respirar. Al cabo de un rato me caía un espejo, que es lo que usaba para "bloquear" pensamientos al hacer que rebotaran. Sí, es una tremenda idiotez, pero antes me funcionaba.
- Imaginar que estoy en un hermoso prado lleno de flores con un río a mi izquierda. Leí que había que coger cada pensamiento, meterlos en una flor e ir tirándolos al río. Vale. Eso funcionó un par de noches, hasta que vi bajar por el río una flor cerrada (de alguien que estaba haciendo como yo), la abrí Y SALIÓ DE ELLA EL PUTO FREDDY KRUEGER DISPUESTO A DESTRIPARME CON SUS AFILADAS GARRAS. Va en serio. Nunca más.
- Imaginar la introducción surrealista de una película de James Bond. Colores psicodélicos, siluetas de chicas con pistolas y efectos chungos, con argumento mínimo y absolutamente sin sentido. Algo como esto:
http://www.youtube.com/watch?v=khynhovsLB4 pero a lo bestia. Luego voy añadiendo planos y más planos, zooms, animales, máquinas... tantas cosas como pueda hasta que mi cerebro se sobrecarga y se apaga él solito. Eso sí, NADA QUE GIRE. Es una regla fundamental. Porque todo lo que empieza a girar en mi cabeza no se detiene jamás. Dios, estoy enfermo.
La última es la que mejor me ha funcionado. Con eso os lo digo todo.
Me encantas

Por lo general yo no tengo problema para dormir (mi problema en todo caso sería permanecer despierta). Pero a veces, en situaciones de estrés o cuando tengo muchas cosas que hacer, sí he tenido noches de esas. Y es horrible porque luego me toca madrugar y sé que voy a estar muerta de sueño, pero no consigo dormirme.
Lo peor es cuando se me mete en la cabeza una idea nueva, ya sea algo para escribir una historia, un mail que quería responder, una actualización para el blog, etc. En esos casos termina mi cerebro trabajando a mil por hora, sumando nuevas ideas, dando forma y detalle a los conceptos básicos... casi puedo escribir mentalmente la historia en mi cabeza.
En esos casos hay dos opciones:
1-Dejar de darle vueltas a la cabeza y hacer lo que quiera que esté acudiendo a tu cerebro. Pierdes un rato en ello, pero generalmente tardo menos en hacerlo que lo que tardaría en quedarme dormida mientras le sigo dando vueltas a la idea.
2-Obligarme a dormir (para cuando no tengo opción de levantarme o la idea que ronda mi cabeza no es algo que pueda llevar a cabo).
En el caso dos, generalmente me pongo a repasar lo que he hecho a lo largo del día, a imaginar cosas, y me voy quedando dormida sin darme cuenta. Cuando se corre el peligro de que los pensamientos vayan creciendo y dificultando el dormir, porque te montes una historia tan apasionante que te desveles aún más, suelo optar por recordar el pasado. Si pienso algo reciente, seguramente acabe relacionándolo con el presente o el futuro y planeando cosas, así que utilizo recuerdos pasados, de muchos años atrás. Generalmente cosas cotidianas y, muy importante, que no estén relacionadas con nada de lo que pueda estar agobiándote últimamente (por ejemplo, pensar en las últimas juergas con amigos te puede llevar a enlazar con las clases horribles que te esperan después del fin de semana, o con el desengaño amoroso de aquella última vez... nada, nada, recuerdos viejos, muy viejos). En una época muy mala que tuve donde absolutamente todo lo que venía a mi cabeza era horrible y me agobiaba, lograba conciliar el sueño remontándome a mi infancia, recordando los tiempos en los que cuidaba de mi hermanillo menor. Al ser un recuerdo agradable y sin relación con el ahora, me servía para mantener la mente ocupada en cosas relajantes y poder dormir.
Otra cosa importante es no mirar el despertador bajo ningún concepto. Es una tentación que sólo sirve para ver que van pasando las horas y que no te logras dormir. Y no veas lo que fastidia cuando te despiertas y ves que queda media hora para que suene la alarma, te pone de mal humor y no eres capaz de dormir sabiendo que queda poco tiempo. Así que viviremos ignorando la hora que es.
Por último, si veo que pese a todo no puedo dejar de dar vueltas en la cama, me levanto, doy una vuelta por la casa, bebo algo y me vuelvo a la cama. Eso me despeja lo suficiente como para que al volver a tumbarme no sienta la sensación de que llevo horas revolviéndome entre las sábanas. Así que luego me tumbo, me arropo bien y a dormir.
PD: Tony, mientras terminaba de escribir el mensaje se me ha venido a la mente la imagen de la foto aquella en el pedrusco, mezclándose con tu imagen del sueño arrojando florecitas al agua. Ha sido terrorífico, esta noche voy a tener buenos motivos para no pegar ojo.