Como os veo interesados, os voy a dejar un articulo de una tia(no recuerdo el nombre) sobre el contenido porno en la spelis disneys, ejem:
Es un hecho: el porno nos pone brutos a casi tod@s. Pero no está de más adentrarse en otros géneros que, a la larga, también nos pueden facilitar unas gloriosas corridas.
Personalmente, mi pornofilia tiene sus orígenes en una infancia enferma. Mi primera incursión “digital” en los bajos fondos de mi anatomía, a eso de los 10 años, fue causada por la película de Walt Disney “El libro de la selva”.
El buen señor tuvo la culpa de que en mi infantil e inocente cabecita se introdujese ladinamente la escena en la que Mowgli es completa y sensualmente “abrazado” por la serpiente Kaa.
Aquello fue salvaje, morboso y brutalmente sexual. Descubrí que las películas infantiles son pornográficas.
Otra película que me puso brutísima fue Blancanieves. ¿Cómo coño se les había pasado a los censores yanquis, tan hipócritas y cretinos, que la película en cuestión mostraba en realidad los placeres de las orgías?. ¿Que demonios hacía todo el dia la mema de Blancanieves con siete enanos? ¿Jugar al Trivial? ¿Cocinar para ellos hecha una maruja cualquiera?. Y una leche!.
Cuando Blancanieves baila desaforadamente con los siete pervertidos, se sofoca y sonroja visiblemente. Es decir: se excita .
Lo que no muestra la película es que tras el party, los siete libidinosos (que obviamente ya estarían empalmados y hartos de pajearse los unos a los otros durante años) se van juntos a una habitación a enseñarle a la niña cómo ponerse más sofocada aún.
Es entonces cuando Blancanieves es iniciada en el mundo de las mamadas, las comidas de coño, las penetraciones múltiples y el bukkake (disciplina muy practicada en oriente, donde numerosos chinos o japos - que también son pequeños, que casualidad-, se corren a la vez sobre una boca dispuesta a ser inundada por litros de lefa).
¡Por eso persigue la Reina Mala a Blancanieves!. No por envidiar su belleza, sino por envidiar el coño tan bien servido que tenía su rival.
La pobre mujer estaba hecha polvo... ¿La Sirenita?. Pues tras cuartas de lo mismo... Imaginándonos que hemos sido toda la puta vida un pez, sin coño o sin polla, ¿que sería lo primero que haríamos al convertirnos en humanos y poseer dos piernas?. ¿Una maratón?,¿ Participar en los Juegos Olímpicos?¿Cortarnos las uñas de los pies?.
Pues no, descubriríamos que tenemos un recién nacido sexo, al que hay que mimar. En otras palabras, personalmente me haría una paja de antología y correría (ahora si) a abrirme inmediatamente de piernas para ser felizmente penetrada.
Y no a casarme raudamente con un principe lerdo como si me fuera la vida en ello, no te jode!.
Pinocho, indudablemente, lleva a ensoñaciones fálicas de gran calibre dependiendo de la magnitud de las mentiras que se digan. ¿Que tia no desearía un consolador tan hábil como Pinocho?.
Ese chiste tan oido de “Miénteme, Pinocho, miénteme”, tiene su orígen en esa imágen...
-“España va bien”, dices, y la rino-polla crece un poco.
-“La globalización mudial es beneficiosa para todos”, y ya empiezas a notar que el chocho te late a velocidad vertiginosa.
-“El Vaticano no es ninguna mafia economico-politica” ¡¡¡Y ya es que te corres de gusto!!!.
Para las tias que nos gusta mentir, sería la ostia en verso, definitivamente. Ni punto “G” ni caricias preliminares.
¡Pongamos Pinochos en las Sex-Shops!. Y así hasta el infinito:
“La Bella y la Bestia” se adentra en el mundo del bestialismo y la zoofilia; “La Cenicienta” en el fetichismo de los pies y el sadomasoquismo (hay que ser masoca para servir a tres premenopáusicas histéricas que te tienen todo el santo día hecha una esclava);
“La Bella Durmiente” en la necrofilia (cuando el príncipe le come los morros a Aurora, lo cierto es que le está morreando a una muerta); Hansel y Gretel son claramanete incestuosos; “Mulan” hace un guiño amable al travestismo y el voyeurismo (a ver, si no, que iba a hacer esa chinita conviviendo entre tanto tio: Mirar rabos y ponerse ciega).
En fin, que hay que redescubrir el cine infantil, que está lleno de sexo.
No se si lo habiasi leido.