Pego el inicio del artículo (recomiendo leerlo todo):
"La Embajada de Estados Unidos en España ejerció una permanente presión sobre el Gobierno y las empresas españolas para tratar de limitar al máximo su actividad en Irán. Reuniones y contactos con miembros del Gobierno y altos directivos buscaron frustrar posibles operaciones con Irán, disuadir de realizar inversiones o forzar el repliegue de entidades como Repsol, Iberia, Unión Fenosa, Banco Santander y Banco Sabadell, según muestran las comunicaciones confidenciales entre la Embajada de EE UU en Madrid y el Departamento de Estado.
La embajada llegó a conseguir que el subgobernador del Banco de España, José Viñals, facilitase información detallada sobre las operaciones del Santander y el Sabadell.La presión estadounidense, que llegó al punto de sancionar a una empresa española, dio sus frutos, de modo que frustró operaciones, exportaciones y proyectos que eran completamente legales de acuerdo con la legislación internacional.
El Santander y el Sabadell tuvieron que cerrar sus oficinas en Teherán y Repsol dejó de lado un gran proyecto de gas. A la presión de la embajada se sumó la realizada desde otros frentes. Por ejemplo, por parte de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés) sobre Repsol y el Banco Santander, que cotizan en Wall Street.
Los documentos muestran que
el primer conflicto serio se produjo con la empresa Telstar, que llegó a ser sancionada por vulnerar la normativa estadounidense de no proliferación que somete a fuertes restricciones desde 2000 el comercio con Irán. Telstar se convirtió, de hecho, en la primera empresa de un país aliado miembro de la OTAN en ser sancionada por EE UU por la venta de liofilizadores y repuestos que EE UU entendía que podían ser usados para la guerra química. En un momento de dificultades en la relación bilateral, el Departamento de Estado impuso la sanción a Telstar el 23 de septiembre de 2004, a la vez que a firmas de China, India, Rusia y Corea del Norte.
Las autoridades españolas y la propia empresa alegaron que había cumplido la normativa española y comunitaria y que los equipos vendidos no estaban considerados en ese momento de doble uso, esto es, inicialmente destinados a la industria civil, pero que puedan acabar teniendo un uso militar. Además, hicieron ver que las operaciones se habían producido un año antes de lo que decía EE UU, antes de que entrasen en vigor en la UE ciertas restricciones a las exportaciones a Irán."
Como supongo otros países harán, creo que va siendo hora de que se ponga orden respecto a quiénes sueltan información a la embajada desde las administraciones públicas, y qué sueltan, pues es obvio vistos otros cables que las informaciones que se les dan a los estadounidenses por "colaboracionismo" luego pueden facilitarlas a sus empresas para competir con conocimiento de causa.
Luego también lo de Telstar es de traca... me pregunto si con empresas francesas o alemanas también llegan tan lejos como ante nosotros (ante empresas rusas, supongo que no llegan a tanto envalentonamiento).
Al final, no sabes si Irán es malo y se le castiga, o se vuelve peor por tanto castigo... castigo que nos ha costado dinero y puestos de trabajo, claro.
Y a todo esto, ¿qué obtienen nuestras empresas a cambio de su colaboración?
Porque al menos Repsol, por renunciar al gran proyecto, parece que no recibió NADA (más que librarse de "cobrar" si no lo hacía).