Según apuntan varias fuentes el esperado título para la PS2 podría retrasar su salida al menos 6 meses, con lo que saldría a la venta (en Japón) a finales de año o incluso el año próximo. Esto unido a otros retrasos de juegos importantes como el GT3 o el FFX supondría un duro revés para Sony que no podría contar con sus títulos estrella para enfrentarse a la salida de sus dos próximas rivales Xbox y GameCube.