Es un largo domingo
tan triste y tan lejos de ti...
Veo partir los aviones
que vuelan de regreso a Madrid
veo aún tu cara en el reflejo
de los charcos que pueblan
este pais.
Agito los brazos en vano
y grito: ¡Llevadme!
¡No quiero dejarle partir!
Mas tus ojos, que ya miran otros paisajes,
quizá esta triste ciudad desde el aire,
se van dirección sur
dejando una estela
que me dice adios sólo a mí.
Y recorro de nuevo las calles,
de nuevo Oxford Street,
de nuevo el colchón donde pasamos
noches por las que morir.
Recorro los pulmones
y la espina dorsal de Londres
recorro, buscando, tu nombre
por los ojos ciegos de los transeúntes,
las calles que vivimos y vi
pasar la vida como una monótona guitarra
estrellándose contra las paredes
del metro de Sant James.
En esta ciudad
donde me siento tan pequeña y tan frágil...
Tan lejos...
En este pais.
Es un largo domingo
tan triste y tan lejos de ti...