Campanilla escribió:No es que le tenga miedo, pero no tengo ni pizca de ganas de morirme ahora
Todavía faltan muchas cosas por ver, por hacer y por sentir.
Texto para pensar en ello:
Todo lo que ocurre por primera vez
Todo lo que por primera vez ocurre le remueve a uno las tripas. Todo. Lo bueno y lo mejor; lo malo y lo peor. Te altera y pone a cien por hora el corazón y, de golpe y sin horarios concertados, te llena de miedos, de esperanzas y anhelos extraños, novedosos en esa cabeza que todavía está decidiendo cómo ser cabeza útil, fértil. Todo te llena de fuerza y también de incertidumbres. Todo.
La primera pintada en el servicio vigilando siempre aquella esquina. El primer beso, la primera calada a escondidas. Los primeros molinos que abatir... Es cierto, han sido importantes, pero, ¿Seguro que con diecisiete años se puede afirmar que "cualquier tiempo pasado fue mejor"? En vuestra pequeña gran historia faltan aún algunos capítulos.
Faltan los primeros compañeros de la universidad o de trabajo. El primer alquiler que compartes porque sí, porque..., o en el que decides que puedes vivir solo. Nuevas librerías, nuevas discotecas, nuevos museos. Nuevas tiendas de ropa y de discos en otras ciudades, en otros países. Nuevos amigos que tendrán su primera vez con vosotros.
¿Con diecisiete años os atrevéis a hablar en pasado? ¿Qué pensarés de la vida cuando hayáis doblado esa edad?
Tal vez ese miedo secreto que se le agarra a uno en el estómago cuando tiene que tomar una decisión que sabe que va a suponer un cambio radical en su vida nuble el optimismo propio de vuestra edad. Pero, os aseguro, eso se cura con el tiempio y se convierte en algo mucho, mucho mejor. La independencia, la inenarrable satisfacción del primer sueldo y esa palmada en la espalda por un trabajo bien hecho. La primera publicación, el primer grifo que instalas sin ayuda, el carné de conducir, ... Y todo sigue siendo "la primera vez".
Y seguirá siendo primera vez cuando cumpláis, por primera vez, 20, 30, 40 o 50 años. Cuando tengáis vuestro primer hijo o vuestro primer segundo hijo.
Aferrarse a la primera vez de los diecisiete años, pensando que con eso uno ya conoce cómo funciona el mundo no es sano.
Sí. A vuestra edad se sufre "terriblemente". Pero termina resultando hermoso si uno sabe aprender de lo vivido, si sabe cambiar la mirada y marcar distancias. Entonces sí, entonces con una sonrisa y bien alto se puede decir:
¡Qué bonito es, ha sido tener 17 años!
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Escrito por la jefa de estudios de mi instituto, recordando a una alumna de diecisiete años que murió el año pasado.