Primer pulso de Cataluña contra la reforma educativa del ministro José Ignacio Wert. Miles de personas salieron ayer a la calle en unos 60 municipios catalanes para mostrar su rechazo contra los que consideran “el mayor ataque” al catalán y a la escuela catalana de la democracia. La más numerosa fue la de Barcelona, que reunió a unas 4.500 personas, según la policía. En Lleida, Tarragona y Girona, cerca de un millar de personas se concentraron en cada una de las capitales.
La futura Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) prevé relegar las lenguas cooficiales a nivel de asignatura de especialidad, por detrás de las troncales y las específicas. Además, la reforma quiere blindar la escolarización en castellano subvencionando plazas en escuelas privadas.
Bajo el lema “Por un país de todos, la escuela en catalán” y gritos de “independencia”, se inició la concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona, de apenas media hora de duración, que había convocado Somescola.cat, una plataforma que aglutina unas 25 entidades del mundo educativo y cultural. En la protesta se dejaron ver los líderes de ERC, Oriol Junqueras; e ICV, Joan Herrera, además de dirigentes de CiU (Oriol Pujol, secretario general) y del PSC (el portavoz, Jaume Collboni).
Entre la muchedumbre había multitud de ciudadanos que defendían un modelo de escuela calificado de “éxito” por todos los expertos. Salvador Llos, de 68 años, recordaba como durante el franquismo se daban clases de catalán en pisos privados, bajo riesgo de ser encarcelados. “Ahora que hemos conseguido normalizar el catalán, no podemos volver atrás”, reclamó. A su lado, Josep Gaya, de 55 años, defendía la “insumisión” frente a la reforma educativa. “¿Qué otra solución nos queda si el Gobierno central se pasa por el forro las leyes que hemos consensuado en el Parlament?”.
Los organizadores de la concentración leyeron un manifiesto en que califican la Lomce de “contrarreforma educativa retrógrada” y “recentralizadora” y censuran la “obsesión enfermiza y preconstitucional” del ministro Wert respecto a la lengua catalana. Según Somescola.cat, dejar el catalán como lengua de especialidad abre la puerta a la segregación de alumnos por cuestión de lengua, cosa que provocaría un “riesgo muy elevado de fractura social”.
La plataforma, nacida hace dos años a raíz de las primeras sentencias en contra de la inmersión, defiende que “las lenguas no tienen que ser vistas como un problema, sino como una oportunidad”. En este sentido, la entidad apuesta por un modelo de escuela trilingüe. “En el mundo global en que vivimos el conocimiento de lenguas nos abre las puertas y nos hace competitivos”.
Los manifestantes blandían estelades (la bandera independentista catalana). Clara y Marina, dos chicas de 18 años que este curso han empezado la universidad, optaron por sostener una pancarta más original, con el juego de palabras “Franco ha Werto”. Nietas de inmigrantes riojanos y aragonesas, las jóvenes tacharon la reforma educativa de “anacronismo”. “Quieren acabar con todo aquello que sea distinto al castellano”, decía Clara. “Me da vergüenza ser española. No pueden reprimir la cultura propia de una nación con mil años de historia”, añadía su amiga.
Justo después de la concentración, los organizadores se reunieron con el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau. “Es esencial que el Gobierno catalán no dé un paso atrás con el catalán”, explicó la portavoz de Somescola.cat, Muriel Casals, al final del encuentro. Para consensuar una estrategia política común, Mas se reunirá mañana con los partidos afines a la inmersión (PSC, ICV y ERC).
El segundo pulso a la ley Wert se producirá el jueves. El MUCE (Marco Unitario de la Comunidad Educativa), que agrupa a sindicatos, asociaciones de padres, estudiantes y movimientos de renovación pedagógica, ha convocado una “jornada de lucha” que se iniciará al mediodía con protestas en los centros educativos y una manifestación por la tarde. La diferencia respecto a la concentración de ayer es que el MUCE, además de defender la lengua quiere denunciar los aspectos más académicos de la Lomce, como avanzar la elección entre FP y Bachillerato a tercero de ESO, el blindaje de las escuelas que separan chicos y chicas o la introducción de reválidas.
FUENTE: ELPAIS.COM