katxan escribió:Un colega mío que hizo la mili vió cosas de lo más extravagante. Me contó que una vez arrestaron a una silla porque un capitán entró en la cantina y se tropezó con ella
. La metieron 15 días al calabozo, y no es coña.
En mi cuartel había una garita arrestada porque un chico se pegó un tiro allí (creo que se tiró un año o así). Y lo peor es que cuando le levantaron el arresto, ni siquiera tuvieron la idea de repintarla en condiciones y un amiguete mío (vasco por cierto, de Bilbo, un gran tio
), me contó que tenía todavía gotas de sangre en el techo (en aquella época yo me ocupaba del armamento en mi compañía y cuando vino a entregarlo después de un refuerzo, vino quejándose de eso)
Luego la gente hace cosas extrañas. Por ejemplo, en mi compañía faltaba un machete que desapareció durante una imaginaria y se hizo responsable a dos chicos (uno de ellos lo equipaba y el otro se comió el marrón por estar ahí) que estuvieron en el calabozo un mes y luego volvieron como si nada, sin haber aparecido el machete. Curiosamente, los dos se licenciaron junto con el resto (lo normal es que se hubieran licenciado un mes después).
Pues bien, adivina que encontré al romper el candado (la peña hacía esa gracia cuando se iba, la de dejar el candado puesto
) de la taquilla del que tenía el machete esa noche.... Y lo peor es que ese machete, solo podía matar a alguien a golpes (eso ni pinchaba, ni cortaba
), así que no se porqué aquél subnormal quiso quedárselo
.
Otro ejemplo, podría ser un colega que conocí en el tren cuando nos reclutaron y que acabó en mi cuartel. El tema es que yo estaba en la unidad de servicios de acuartelamiento y el en la primera compañía (Regulares de Melilla: la llamada legión pobre) y es curioso, mientras que yo estaba bastante quemado (por razones que serían extensas de explicar, que tenían mucho que ver con lo papanatas que son ciertos mandos), el estaba super orgulloso de lo que hacía y parecía disfrutar. Al día siguiente, se iba de permiso (y lo estuvimos celebrando) y a la semana siguiente, me tocaba a mí.
Pues bien, cuando vuelvo de permiso, me cuentan que está prófugo
. El era de Zaragoza y creo que acabó entregándose en Orense y menos mal, por que gracias a eso, solo le cayó un mes en el calabozo. Simplemente, el se puso en marcha para volver y a medio camino, decidió no volver
A mi me amenazaron con arrestarme varias veces. Una de la mas curiosas, fue esta: Resulta que yo en mi compañía era como una navaja suiza: era el encargado del material de la compañía, Furriel, Cabo de Armamento, etc. Vamos algo que los propios mandos estimaban que debería cubrir un Cabo 1º y yo era un simple soldado (como mi predecesor y de hecho, a mi sucesor, le nombraron Cabo a los pocos días y era Cabo 1º un par de días antes de irme y estaba a mis ordenes
)
El tema es que la compañía tenía un presupuesto de 5.000 pts (30E) para productos de limpieza y eso para que os hagáis una idea, daba para comprar el papel higiénico de medio mes (el otro medio mes, a limpiarse con la mano
) y para poder gastar MEDIA BOTELLA de lejía al día para limpiar las letrinas, suelos , etc (mi compañía era bastante grande).
Pues bien, todos los días había que limpiarla dos veces y según el suboficial que estuviera al cargo, me gastaban hasta dos botellas, lo cual producía lo siguiente.
- Si me "oponía" (ya sabéis, dando explicaciones de buenas maneras y lógicas) a que gastaran mas de media botella, malo
- Si debido al grado, no me quedaba mas remedio que ceder y otro día no había lejía, la culpa era mía "obviamente", por no haber calculado la lejía necesaria para todo el mes
- Si pedía mas presupuesto, eso era imposible y además, la culpa era mía que no lo hacía bien (compraba cuatro cosas y las cuatro cosas escaseaban porque era claramente insuficiente el presupuesto, pero da igual, la culpa era mía igualmente)
Esto es solo una pequeña muestra de lo que tuve que soportar allí
¿Sabéis como se resolvió? Pues porque ascendieron a Cabo 1º a uno de mi compañía que se ocupaba de la "Droguería" del cuartel y este se dedicó a robar literalmente, todo lo que necesitábamos y más, una vez que estaba en posición de hacerlo falseando datos, supongo.
Y eso fue bueno literalmente para todo el cuartel porque adivinad donde acudían las otras compañías cuando necesitaban cosas
(y ojo, se les daba a cambio de nada y ya podéis imaginar la cara que ponían otros Furrieles cuando venían pidiendo una botella de lejía implorando por su vida y se llevaban media docena
)
El tema es ¿que le hubiera pasado a ese Cabo 1º (o a mí de rebote) por simplemente, hacer lo que había que hacer? Por que coño, no estamos hablando de derrochar, ni de lucrarse, si no de hacer un gasto normal que había que hacer y que seguro que algún pez gordo se acababa zampando...
En fin, Historias de la Puta Mili