especializado en propiedad intelectual ha revolucionado Twitter e Internet con un experimento al que llamó #tablasinde y que culminó con su charla en una conferencia en el III Foro Digital Audiovisual del Festival de San Sebastián.
Todo comenzaba este jueves por la mañana, cuando el abogado pedía a través de Twitter que sus seguidores estuvieran atentos al término #tablasinde y a una hora, las cuatro de la tarde. Inmediatamente la expectación hacía que el término corriera como la pólvora. Poco antes de la hora, David Bravo revelaba el objeto del experimento: Iba a participar en una conferencia de un festival de cine y quería demostrar delante de la gente de la industria que la ley Sinde no es eficaz, que "no sólo no es ilegítima, sino que es inútil".
En menos de lo que se tarda en explicar la ley Sinde se pueden crear 20 páginas como las que pretende cerrar
¿Cómo hacerlo? Al inicio de la conferencia, mientras sus compañeros de mesa hablaban y él esperaba su turno para intervenir, el abogado creaba diez documentos de Google Docs de libre acceso, en los que había una tabla para que los usuarios escribieran en ella los títulos y los enlaces de las películas que prefirieran. En definitiva, diez páginas de enlaces, justo lo que persigue la Ley Sinde, que permite agilizar el cierre de este tipo de webs.
Los usuarios de Twitter se volcaron de inmediato con la iniciativa, de forma que en pocos minutos los documentos creados por David Bravo se colapsaban. Los servidores de Google no soportaban tanto tráfico. #tablasinde llegaba a ocupar el segundo lugar en ranking de los términos más mencionados en Twitter en todo el mundo (trending topic mundial).
Poco después, y mientras los enlaces se multiplicaban por cientos en los documentos de Google docs, el abogado comenzaba su charla en la conferencia. Su discurso no se separó de sus tesis habituales, que defienden que la Ley Sinde pretende, después de los fracasos de la industria cinematográfica y musical por perseguir las descargas ilegales por Internet, dejar de lado las resoluciones judiciales, para que sea el propio Ministerio de Cultura quien tome y ejecute la decisión de cerrar webs de descargas o incluso webs de enlaces.
Al final de su intervención, el abogado comprobaba en tiempo real y delante de todo el auditorio el resultado de su experimento: en menos de una hora se habían creado 20 páginas con cientos de enlaces a películas. La realidad había doblado las expectativas del abogado.
David Bravo terminaba su intervención asegurando que "en menos tiempo del que se tarda en explicar la ley Sinde se pueden crear veinte páginas como las que la ley Sinde pretende cerrar". Y explicaba que las páginas de enlaces son sólo índices, y que "pensar que acabar con una página de enlaces acaba con las descargas es como pensar que acabar con el índice de la enciclopedia acaba con la propia enciclopedia".
Tras culminar con éxito su experimento, Bravo proponía una alternativa: "Sustituir derechos de imposible ejercicio (los de la propiedad intelectual) por derechos de remuneración".