Nunca dejará de sorprenderme la transformación de Norma, los que no vivieron otras épocas no lo sabrán nunca y aunque se lo contemos no pueden llegar a hacerse a la idea de lo que era en aquel entonces, donde incluso los propios autores japoneses (como katsura) exigieron a sus editoriales la retirada de los derechos.
Lo único que me desagrada de norma es que cada dos por tres andan con el papel de las erratas en los tomos, lo hacen con una "frecuencia demasiado frecuente", por lo demás, precio razonable y calidad máxima.
P.D ¿Soul Eater sale a finales de este mes o del que viene?