Atrevido, original y rebautizado. Syndicate se transforma pero manteniendo su aura táctica con un “shooter” en primera persona diferente, con una ambientación futurista, originales armas y un buen puñado de elementos tácticos. Desde Londres te descubrimos el que podría convertirse en uno de los FPS más sorprendentes para principios del próximo 2012.
“Queremos crear algo completamente diferente”. Con estas escasas pero contundentes palabras fue como Jeff Gamon (Executive Producer) se referió al renacimiento que supone el estreno del nuevo Syndicate en el mundo del videojuego. “Sabemos que los antiguos fans están preocupados por ver lo que hacemos, pero esto no es un ‘remake’. Queremos que este nuevo título sea distinto. Mantendremos el espíritu, por supuesto, pero los tiempos han cambiado, la tecnología también, y nosotros debemos adaptarnos a ello”, continuaba explicándonos Gamon durante la entrevista que nos concedió.
Y una vez que lo pudimos jugar, la verdad es que no creemos para nada que el estudio de Starbreeze Studios haya tomado el camino equivocado. Con cerca de 120 empleados y obras en su haber del calibre de The Darkness o Las crónicas de Riddick, lo nuevo del estudio sueco (que curiosamente se inició en esto como grupo de “demoscene”) apunta no sólo alto, sino que también promete innovar dentro del explotado género de los shooters en primera persona.
Esto debería ya ser, de partida, una característica importante para esperar al renacimiento del juego de acción táctica que vimos en 1993, pero hay mucho más. Y es que, por su ambientación (con muchos aspectos heredados de la ciencia ficción más moderna), Syndicate también atrae, gracias a una trama que nos coloca en el año 2069. El mundo ya no se encuentra dominado por políticos ni gobiernos, sino por fuertes megacorporaciones -conocidas como “sindicatos”- que ofrecen a la población todo lo que necesitan a cambio de implantarles unos chips en el cerebro.
El chip prodigioso
El control está asegurado con el nuevo negocio del siglo XXI pero, de la misma forma, esto da pie a que los diferentes sindicatos entren en guerra. Nosotros, como el agente Miles Kilo, defenderemos a uno de los sindicatos -Eurocom- con la finalidad de realizar sabotajes sobre la tecnología rival. Todo dentro de una campaña individual repleta de corrupción y venganza, que en esta demostración pudimos comprobar a través de uno de sus primeros niveles (Executive Search).
El objetivo principal en esta misión consistía en acceder a Ascari, uno de los sindicatos rivales, para posteriormente acabar con el científico Gary Chang, extrayéndole -de la cabeza- un chip con tecnología robada. Un primer acercamiento al título que nos sirvió para darnos cuenta, efectivamente, de que Syndicate va a ser un FPS (First Person Shooter) distinto a lo que estamos acostumbrados, con muchos elementos aparte de los clásicos disparos.
Fuertemente apoyado en la infiltración y en los tiroteos -aunque de una manera equilibrada-, la mayor particularidad del título es el chip biotecnológico DART 6 que nuestro protagonista lleva insertado en el cerebro. ¿La razón? Que le permite abrir brechas en el mundo digital del juego gracias a la técnica conocida como “breaching”, la cual habilita acciones como abrir puertas bloqueadas, invadir las mentes enemigas para provocar suicidios o incluso activar elementos del escenario para añadir o quitar coberturas.
Así pues, aquí no sólo es importante apretar el gatillo derecho para disparar, sino también explorar, encontrar algún elemento con el que interactuar e incluso resolver el puzle asociado. Por ejemplo, en una ocasión fue necesario activar una válvula para helar un cristal, romperlo y así alcanzar una cerradura que no podíamos abrir.
Realmente, la interacción con el entorno adquiere un nuevo significado en una obra que, gracias al mencionado “breaching”, también nos faculta para hackear torretas defensivas, para desactivar los escudos de unos persistentes robots e incluso para persuadir a un soldado que nos dispara hasta que se ponga de nuestro lado. El poder del chip DART 6 es muy potente, tiene muchas posibilidades, y todas ellas las podremos comprobar con sólo mantener presionado el botón correspondiente.
Sólo hay un problema, y es que la habilidad de interactuar con estos sistemas se consume con el tiempo, siendo necesario esperar o bien recargarla matando a más enemigos. Una tarea que ya os podemos asegurar que es de lo más satisfactoria, gracias a una experiencia “shooter” de gran respuesta, brutales ejecuciones cuerpo a cuerpo (variedad de secuencias incluida) y armas francamente interesantes como la EMW-56 Gauss Gun, que nos permite fijar un objetivo y disparar balas que cambian de trayectoria hasta llegar a su posición. Sin duda, un instrumento estratégico-táctico que nos auxilia para acabar con rivales aunque no estén en nuestra mirilla.
Pero la guerra tecnológica tiene más protagonistas en Syndicate. Uno de los más importantes es, por ejemplo, el visor Dart Overlay, que nos permite ver a los enemigos incluso aunque estén detrás de muros. No se puede usar siempre, pero cuando lo llevemos puesto, adicionalmente, el tiempo se ralentizará, recibiremos menos daño y recargaremos más rápido.
Los desarrolladores han considerado también importante integrar un sistema de mejoras basado en chips. De esta forma, cuando adquiramos uno nuevo, seremos capaces de optimizar aspectos como la reducción de daños o recibir bonificaciones de vida. Todo ello acompañado de una interfaz moderna y futurista, con detalles como la cantidad de munición proyectada sobre la silueta del propio arma.
Un “shooter” del futuro, en pocas palabras, que nos ha aportado excelentes sensaciones, incluido su multijugador (para cuatro usuarios en cooperativo) del que pronto os hablaremos. Manteniendo el aura del juego original, pero dándole un giro para resultar nuevo y original, sin duda y sin muchos problemas, Syndicate podría convertirse en una de las sorpresas de principios de 2012 (concretamente, del próximo 24 de febrero) para Xbox 360, PlayStation 3 y PC. Desde luego, que lo consiguiera un “shooter” con tantas ganas para innovar sería una gran noticia para todos.