Mientras los pasajeros afectados por el abrupto cese de operaciones de Spanair seguían recolocándose ayer en otras compañías y la aerolínea catalana anunciaba gestiones para reembolsar cuanto antes los billetes, la calma volvía lentamente a los aeropuertos. Sin embargo, la inquietud ahora es, por un lado, el futuro de los 4.000 trabajadores afectados —2.400 directos— y, por otro, la liquidación de la empresa cuando presente, esta semana, concurso de acreedores. Y es que las deudas acumuladas de Spanair, sumadas a los gastos que deberá afrontar por los expedientes sancionadores que anunció el Ministerio de Fomento —hasta 9 millones de euros—, las indemnizaciones por despido de sus miles de empleados y las de los clientes que dejó en tierra, auguran un futuro en sombras para sus acreedores.
El caso se parece demasiado al de otras aerolíneas como Air Comet y Air Madrid, que cerraron dejando en el aire deudas impagadas por 366 y 144 millones, respectivament.
Spanair no ha dado datos oficiales de sus cuentas, ni tan siquiera de su balance de 2011 (a final de 2010 tenía un déficit de 116 millones de euros). Podría hacerlo hoy. No obstante, ha trascendido que la empresa acumula una deuda de unos 350 millones de euros. A ellos, habría que sumar unos 80 millones para costear los despidos de su personal y las indemnizaciones a los pasajeros, aún por cuantificar.
El problema es que para hacer frente a esta factura, Spanair dispone de muy pocos activos. La flota de casi 30 aviones que desde el viernes ha quedado aparcada en batería en el aeropuerto de El Prat, un atractivo para otras aerolíneas que ya dan codazos para conseguir algunas de las rutas de la aerolínea, no son de su propiedad. Están en régimen de alquiler o «leasing», una práctica habitual en este sector.
SAS, Caixa y Fira
Los principales acreedores de Spanair son Scandinavian Airlines (SAS), antigua propietaria de la firma y ahora dueña de solo un 10% de sus acciones; la Caixa, por un crédito sindicado, y Fira de Barcelona. Por no mencionar los más de 100 millones que recibió de Generalitat y Ayuntamiento, dinero público, aunque sólo sea a título de deuda simbólica.
Por otra parte, la ministra de Fomento, Ana Pastor, insistió ayer en ABC Punto Radio que fue ella quien tuvo que dar el primer paso y llamar, sobre las seis de la tarde del viernes, al máximo responsable de Spanair, Ferrán Soriano, para que le dijera qué estaba ocurriendo, es decir, dos horas antes de que la compañía comunicara formalmente el cese de la actividad.
La compañía informó ayer que en la primera semana de cese de operaciones (27 de enero a 3 de febrero) dejará en tierra a 83.006 pasajeros al cancelarse 878 vuelos.
Por su parte, los trabajadores de la aerolínea celebrarán hoy asambleas en distintos aeropuertos para analizar su situación.
4.000 trabajadores en la picota, miles de pasajeros tirados como colillas, multas millonarias que pagaremos, no lo dudeis de nuestro bolsillo
Eso si: Responsables...