El encargado de desvelar los detalles ha sido el ingeniero de Microsoft Bruce Harris, durante un evento celebrado en Tel Aviv. Harris habló de la sensación que produce la interacción con una pantalla de 15 pulgadas a pocos centímetros de distancia o del desarrollo que están implementando para conectar varias gafas que permitan a un conjunto de usuarios interactuar en la misma experiencia.
Lo más importante de la charla llegó cuando señaló que Hololens podría gestionar aproximadamente cinco horas y medio de uso tras una carga con aplicaciones simples como hojas de texto, y alrededor de dos horas y media para usos más exigentes como las 3D. No sólo eso, según Harris:
No habrá opción para una conexión por cable en el dispositivo. No tenemos ninguna intención de construir un dispositivo con cable para nadie.
Esto significa, obviamente, que Hololens no se podrá utilizar durante un día entero, ya sea para trabajar o para jugar. Además, es de suponer que el periférico no será empleado mayoritariamente para trabajar con documentos u hojas de cálculo (al menos no como prioridad). En cambio entra dentro de la lógica pensar que su uso estará más enfocado al trabajo con aplicaciones 3D para modelar objetos o paisajes, o simplemente para jugar.
Harris explicó sin embargo que esperan mejorar y aumentar la vida de la batería que incluirá Hololens. Pensemos que se trata de la primera generación y que los propios portátiles han debido pasar por largos procesos de mejora de la batería durante años hasta conseguir la posibilidad de trabajar prácticamente un día entero sin necesidad de carga.
Aun así, Microsoft tiene tiempo para mejorar la versión que salga al mercado, en principio estimada para el año 2020. Cuatro años por delante para que Hololens pueda servir como dispositivo de trabajo o entretenimiento un día entero, o al menos, algo más de esas dos horas y media de uso intensivo actuales.