Pese al buen dato de ventas en Norteamérica, las estimaciones para la portátil de la casa japonesa también se han ajustado, pero en menor medida que Wii U. Nintendo 3DS ha rebajado su previsión de 18 millones de unidades vendidas hasta los 13,5 millones, un descenso del 25%. "Hemos fallado a alcanzar nuestros objetivos en ventas de hardware para el final del año, cuando los beneficios son mayores", declaró Satoru Iwata en una rueda de prensa.
Nintendo reconoce que las ventas de software han sido "significativamente menores" que en la previsión original, principalmente debido a que la base instalada de hardware no ha llegado a los niveles esperados. El mal año de la compañía provocará pérdidas operativas de 35.000 millones de yenes (247 millones de euros) en vez del beneficio esperado de 100.000 millones de yenes (705,3 millones de euros) al cierre del presente ejercicio fiscal.
Pese al fracaso de la estrategia de Nintendo, Iwata ha asegurado que "no habrá grandes reestructuraciones en la directiva a corto plazo", descartando una posible dimisión. Del mismo modo, el presidente de la firma promete responsabilizarse personalmente del futuro de la compañía para ayudar a ganar inercia en la venta de consolas.
Iwata ha publicado una larga explicación de las razones detrás de los reajustes de previsiones para el año fiscal. El presidente de Nintendo revela que se ofrecerán más datos sobre los planes de la compañía a corto y medio plazo en un briefing para inversores que tendrá lugar el próximo 30 de enero en Tokio.
