Aunque parezca de película, en Estados Unidos acaba de celebrarse un juicio con jurado contra una Internauta acusada de compartir 24 canciones con el programa KaZaA. Y lo que es más sorprendente, los miembros del jurado no deben haber tocado muchos ordenadores porque han
decidido que tiene que pagar 222.000 dólares por tamaño crimen (9.250$ por canción).
No es la primera condena en Norteamérica por compartir archivos, pero sí la primera en la que interviene un jurado.