Ahora, Samsung ha confirmado que valorará esta opción.
La petición de dividir Samsung Electronics en dos compañías fue realizada a principios de octubre por el "inversor activista" Elliott Management, un fondo de inversiones que busca entre otras cosas el pago de un dividendo especial de 26.000 millones de dólares, el nombramiento de nuevos directores independientes y un plan para reforzar el valor de las acciones.
A pesar de que la exigencia de semejantes cambios podría considerase superficialmente como una rebelión en las filas de la compañía, lo cierto es que Samsung podría dar por válidas algunas de estas demandas. Y gustosamente. La división de Samsung Electronics en un holding y una filial de carácter operativo simplificaría la herencia de Samsung por parte del vicepresidente Lee Jae-yong, hijo del presidente y patriarca Lee Kun-hee. Más aún, aumentaría el control de Jae-yong sobre el fabricante de teléfonos al incrementar la participación de la familia Lee del 4,91% al 17,1%.
La reconfiguración de Samsung Electronics como holding y filial proporcionaría al fabricante una mayor autonomía y flexibilidad para tomar sus propias decisiones, lo cual también podría resultar atractivo para los inversores. No obstante, un cambio de esta magnitud deberá superar los obstáculos políticos que pueda interponer la Asamblea Nacional de Corea del Sur, que según el diario The Korea Herald está adoptando una postura cada vez más crítica en relación a los procesos de sucesión en conglomerados industriales como Samsung.
Samsung hará pública su respuesta oficial mañana martes.