El juicio contra el monopolio de MS ha terminado en una victoria para la corporación americana al ser aceptado por la juez el acuerdo alcanzado por MS con el Gobierno Federal de los EEUU y 9 estados demandantes. Los otros 9 estados que no pactaron con MS han visto como Kollar-Kotelly rechazaba sus peticiones de mayores penas contra Microsoft, algo que sin duda hará rabiar a más de uno que veía como MS podría resultar vulnerable después de todo.
El "castigo" MS es casi un regañina maternal comparado con lo que podía haber sido. El acuerdo prohibe las represalias contra los fabricantes que no adopten sus productos, censura la utilización de acuerdos exclusivos que puedan dañar a la competencia debiendo hacer públicos unos precios uniformes para las empresas, permite eliminar ciertos iconos de programas MS que se podían ver en el escritorio y obliga a MS a revelar a las compañías parte del código de Windows para que sus productos funcionen tan bien como los propios. Las sanciones durarán unos inusualmente cortos 5 años (lo que equivaldría a 2 revisiones del sistema operativo) y su cumplimiento no será supervisado por un comité externo, sino por un grupo empresarial integrado por directivos de la propia MS.
Tanto Bill Gates como el Departamento de Justicia no han dudado en congratularse y aplaudir la decisión
mientras que las acciones de MS han experimentado una fuerte subida a conesecuencia de la victoria legal. De momento sólo Sun Microsystems pretende recurrir la sentencia (instigadora del caso junto con AOL Time Warner entre otros). El largo proceso judicial ha sido hábilmente definido por Shane Greenstein, profesor de Negocios Tecnológicos en la Universidad de Northwestern
"Microsoft ha perdido todas las batallas y ha ganado la guerra." "La lección que todo el mundo ha aprendido aquí es sencillamente permanece fuera del camino de Microsoft."