El Guardián del Destino LIII: La batalla contra Sátertel (Primera Parte)

Cuando todo parecía perdido, Bolgar apareció y desvió una estocada de la espada bastarda de Sátertel que iba dirigida a Karib. AMbos guerreros se enzarzaron en una lucha ante las miradas atónitas de Karib y sus compañeros

---------------------------------------------------------------------------

Allí se encontraba. Delante de él, defendiéndole y enfrentándose a Satertel. Desde no sabía dónde, Bolgar había llegado justo en el momento preciso para evitar que aquel hombre le matase.
Justo cuando Satertel iba a darle el golpe de gracia a Karib, una figura humana apareció de la nada y evitó que la espada bastarda llegase a su objetivo. Había sido Bolgar. Pero, ¿por qué hacía todo aquello por él? Era una pregunta que no tenía respuesta, pero Karib sabía que ahora era Bolgar el que necesitaba su ayuda, pues el combate estaba muy igualado. Sin embargo, debería aguantar un poco más solo, pues Derlander y Vernarder estaban todavía tirados en el suelo después de que Satertel les derribase.
Edenma, Dalath y él mismo fueron a atender a los dos bandidos que les habían ayudado a escapar de las manos de Satertel. Ambos se encontraban tendidos en el suelo cerca de la entrada de la mina, que no era más que un boquete mal hecho en la ladera de un pequeño precipicio que lindaba con un poco extenso pero frondoso bosquecillo a las orillas del río Elo. El menor de los hermanos se encontraba bastante peor que el otro. Parecía tener algo roto, pero no sabían decir exactamente el qué. Vernarder, en cambio, se levantó por su propio pie y ayudó a trasladar a su hermano lejos del campo de batalla, donde Bolgar era claramente más rápido que su oponente, sin embargo, la armadura de Satertel parecía invulnerable a los ataques de su amigo. Pero por el momento, podía defenderse de él bastante bien, así que siguió atendiendo a Derlander. Para su desgracia, parecía que el bandido estaba malherido. Una herida en la pierna que no dejaba de sangrar y los continuos gritos de agonía del hombre lo confirmaban.
- ¿Qué hacemos? – preguntó Karib con angustia.
- No lo sé. No sé qué hacer – titubeó nervioso Vernarder.
- Dejaos de nervios y escuchadme atentamente – concluyó Dalath fríamente-. Lo primero es cortar la hemorragia. Traedme mis cosas. Están entre los árboles. ¡Vamos ¡
Inmediatamente tanto Karib como Vernarder corrieron hacia donde les había indicado el padre de Edenma y comenzaron a buscar las pertenencias de éste. Sin embargo, no les resultó tarea fácil, pues el amanecer todavía no estaba avanzado, y la luz era escasa. Además, el bosque, aunque pequeño, era bastante frondoso, lo que disminuía aún más la visibilidad. Rastrearon la zona sin ningún éxito por su parte, lo que no hizo sino más que aumentar el nerviosismo de los dos hombres.
Aquella ineptitud podía costarle la vida a un ser humano. No podía permitirlo, pero, ¿qué podía hacer? Estaba todavía en sus cavilaciones cuando un brillo procedente del interior del bosque llamó la atención del muchacho. ¿Habría encontrado lo que estaba buscando? Un nuevo rayo de esperanza surcó al muchacho que, decidido, se dirigió hacia el lugar de donde partió la señal. Sin embargo, y para su desgracia, lo que había producido el destello era el arma de Karib.
Ya no se acordaba. En su enfrentamiento con Satertel había perdido aquella espada con la empuñadura de dragón. Se quedó mirándola un instante y volvió a guardársela en su vaina. Se dispuso a proseguir la búsqueda de las pertenencias de Dalath cuando un grito desgarrador llamó su atención. Era de Bolgar. Tan pronto como pudo dirigió su mirada hacia la escena del combate y descubrió al guerrero herido en el brazo izquierdo. La herida sangraba bastante y parecía que el dolor también era importante, pues la cara de Bolgar estaba muy contraída.
Deseaba poder ayudarle, pero sabía que, contra Satertel, él no podría hacer nada. ¿Qué podía hacer? Debía pensar rápido. No tenía tiempo de dudar. Pero no sabía que hacer. Cerró los ojos en un intento de concentrarse, pero la llamada de Vernarder pidiéndole ayuda para transportar lo que acababa de encontrar le impidió seguir pensando.
Insultándose a sí mismo, fue en ayuda del bandido, pero al girarse sobre sus talones la entrada de la mina quedó en el punto de mira del muchacho y una idea surcó su cabeza. Se quedó mirándola unos segundos y cuando lo tuvo todo pensado, fue en busca de Vernarder, pero no para ayudarle.

-----------------------------------------------------------------------------------------

acción acción, simepre acción. Desde luego, impacientes, toma hijo toma, leete los 4 de golpe xD

nos e ves
A-M-O-R

Yo quiero amor, y descripciones de mujeres hermosas... soy muy romántico en la lectura. [ayay]

Bueno bueno, sigues dejando las cosas muy en el alero.. a ver como continuas.
ay dios mio
no te aclaras
ahora acción, ahora amor.... eres lo más amoristico que he visto nunca jomio. Anda que....
pues el amor viene un poco más pa'lante (no mu lejos tranki) Ahora que toi libre voi a postear otro capi, que tengo ganas ^_^), a ver si se me quitan las penas der mi recre

Por cierto, ayer me entrevisto tele 5, asi que pon las noticias y si ves a uno con la camiseta del recre, en un local cerrao, con un cintillo y perilla sin bigote, ese soi yo ^^

nos e ves
cawento No has salido en las noticias de tele cinco!.
3 respuestas