El olor de tu cuerpo se esparce
por la oscuridad de tu vello,
como camino eterno que en
tu rostro nace y muere en el ombligo...
Tu ombligo es el puente que cruzo hasta tu alma
Tus manos se aprietan y recorren
mi espalda, y en tus muslos acampa
la legión de la Lujuria, y tu sabor se adelanta
y en tu noche me turba...y me embriaga...
Borracho de olor me desepero
Me pierdo en tu piel de amor policromado,
me caigo sobre tus ojos en la cama,
luchamos envuéltos en el ardor de la tela
caliente de las sábanas donde estamos presos...
Es esa cárcel que nos da la vida
Has ganado y he sido derrotado,
y quedo a tu merced de cuerpo poderoso,
tu veneno hace efecto sobre mí,
y me encadena de forma eterna a tu sudor...
La Lujuria es el pecado de necesitarte siempre