Hay cosas que ya no son lo que eran...

El aire dentro de la carpa olía a infancia, a inocencia y caramelo. Olía al miedo, a los temores, a la despreocupación de un sobresalto sin red, de una mortal caída de ánimo sin protección. La gente aplaude, quién sabe si por necesidad, por placer o por educación. La mejor parte del espectáculo viene cuando él sale. su atrezzo: Una silla, un sifón, una flor y dos sombreros. Se dedica a hacer cabriolas sobre la arena, a dar pequeños saltos, a tirar agua con su flor, a hacer tonterías con ingenio e improvisación: Al fin y al cabo es su oficio, la gente se ríe afirmando que lo hace bien. Son pocas risas, pero es que hay poca gente. Una pareja de ancianos, algunos niños con sus padres, fuera llueve y éste podría haber sido un buen refugio camino a casa. Algún que otro colegio. Poca gente. La tristeza aflora en su rostro cuando menos la necesita. La gente no se da cuenta, creen que es parte de su trabajo, pero él se está muriendo pensando que ese es el día.

El espectáculo se acaba y tras él, los malabaristas. Recorre con rostro caído la parte trasera de la carpa, sale al exterior donde la lluvia golpea en su traje de payaso. Llega a su carabana y se sienta delante del espejo. Le acompañan viejan fotos y un vaso que está reseco de licor que no ha bebido. La pintura de su cara está ya medio borrada, la lluvia ha hecho el trabajo y ahora lo hace un pañuelo. Mientras se seca las mejillas, sus ojos siguen llorando. Termina luego de vestirse, bajo el calor de un aire cargado. Sale vestido de calle, se pone un viejo gorro. Se encamina hacia la salida del recinto. El agua choca contra el metal de las carabanas y un viejo con uniforme azul le dice adiós con la mano desde la caseta del guardia. "Adiós buen amigo" piensa él hacia dentro. Cuando sale de la valla, las lágrimas se distinguen de la lluvia por la tristeza que guardan. Al lado de la puerta de entrada al recinto, por donde él acaba de pasar, un cartel de circo anuncia su temporada. Sobre el cartel una pegatina naranja cruza de extremo a extremo en diagonal, en él, los transeúntes que se paran a mirar pueden leer:

GRAN CIRCO, HOY ÚLTIMA ACTUACIÓN POR CIERRE TOTAL DE LA COMPAÑIA
Jo Demiurgo tio, me ha llegado al corazón, que historia más bonita... y no se porqué he asociado ese viejo payaso al payaso de una peli de dibujos que vi de pequeño: Rex.

Me ha parecido un texto muy conmovedor, a mi me has tocado la fibra sensible, felicidades de verdad.

[bye]
(Oye perdona lo d todo en mayusculas ...esto me pasa por no mirar la pantalla cuando escribo sorry)

lo bajo para que no dañe tanto la vista....















MUY BUENA dEMIURGO Y TRISTE CREO QUE A MUCHOS A MI POR LO MENOS LOS PAYASOS CLASICOS SIEMPRE ME HAN PRODUCIDO CIERTO RECHAZO...NO SE POR SU IMAGEN O POR CULPA DEL PAYASO DE MCDONALDS Y MAS QUE DIVERTIR ME ENTRISTECIAN...COMO EL GENIAL cHAERLY RIVEL.
Oyeeeeeeeee, q tristeeeee [buuuaaaa] [buuuaaaa] [buuuaaaa]
Jo, y mira q a mi me han dado miedo los payasos siempre y ultimamente me dan pena... :-( :-(
en fin, la verdad es q logras transmitir esa tristeza q llena toda la actuacion y una despedida.....ayyyyyy, jooo :-(
salu2
Los payasos siempre han tenído el toque melancólico, que escondían tantas risas provocadas. Siempre te preguntas, ¿y quién hace de reir a los payasos?.

El buen amigo Fidias ha dejao por aqui un cacho de añoranza, que apuesto se le metió en el cuerpo sin avisar, y le dió tal calambrazo, que no pudo otra que intentar que alguien más lo tuviese. Bueno, a mi me ha gustado mucho aunque no me haya dado el calambrazo (los churros fidias, los churros [burla2] ), después de todo, quién no ha disfrutado nunca.... ¡DEL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO! [oki]
La verdad es que el personaje del payaso ya se utiliza menos para reir que para causar miedo o llorar. Habrá que reevindicar el auténtico papel cómico del payaso porque a este paso...
Muy buena señor Fidias, la verdad es que el Circo cada vez tiene menos peso dentro del espectáculo, y ahora los únicos Circos que se visitan son los innovadores (véase el Circ du Soleil, o como se escriba), y estamos dejando atrás algo que a muchos nos ha hecho ilusión cuando lo hemos visitado... los tiempos cambian, amigo, y muchos de los aquí "escribientes" sabemos que nuestra infancia es muy distinta a la infancia que tienen las actuales "generaciones del futuro"... la pena es que las cosas cambian demasiado rápido, y a uno no le da tiempo a acostumbrarse.

El tiempo pasa, la gente cambia, y la pena del futuro es que ya no es lo que era... como bien dices: "Hay cosas ya no son lo que eran"

PD: Gran homenaje, señores, a este escrito debería añadirse un enorme "¡¡PASEN Y VEAN!!"
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