Relato corto.
Amo Venecia y Roma y tenía que escribir algo sobre ello.
Hoy,un dia como otro cualquiera,sali a caminar por el campo para disfrutar un poco de la naturaleza. El sol brilla mas que nunca y a lo lejos puedo ver los aviones aterrizando,me gusta el sonido de los motores de los aviones, me relajan.
Tomo una manta y me echo en el suelo mirando al cielo,pongo las manos bajo mi nuca y comienzo a dejar volar mi imaginacion. Venecia,si estoy en Venecia, una brisa fresca acaricia mi cara haciendo mas real aun esta fantasia; Voy en una góndola,todo parece desierto ,paredes lúgubres por la humedad,colores apagados, y aguas tranquilas. Todo invita a relajarse hasta que de pronto, se oyen ruidos de gentes que avanzan alegremente cruzando uno de los numerosos puentes, tan atractivos y típicos de allí. Van con unos trajes muy elaborados con sedas de diferentes colores, no son nada convencionales, claro, es carnaval. Me animo, sólo me he disfrazado una sola vez en la vida,ahora será la segunda.
Le pido al gondolero que pare en alguna tienda donde pueda adquirir un traje para el carnaval, éste sonríe y seguidamente accede a mi petición.
Se detiene en una tienda bastante acogedora, tiene un escaparate con un estilo clasico,como de los años 50, fachada verde oscura, vitrina a medio cuerpo con algunos dibujos glaseados enmarcando el cristal, mostrando los artículos varios complementarios de todo disfraz que se precie como tal. Hay dibujados encima de la puerta, dos máscaras deteatro una que sonríe y otra triste, también está esta serigrafía en un blason de chapa en forma de pergamino, que cuelga pendiendo de unas cortas cadenas negras.
No se por qué, pero incita a entrar. Una vez dentro, enseguida me atiende la dependienta que parece ser la dueña, habla castellano pero con un claro y marcado acento italiano, me gusta este idioma.
Me invita a ojear los distintos modelos de disfraces que hay, después de mirarme mucho ,me pone la mano sobre el hombro y me dice: "Tengo uno que estoy segura de que es lo que busca, en cuanto entró en la tienda lo pensé". Esto me chocó un poco, soy bastante especial a la hora de elegir una vestimenta y tengo una forma muy personal de vestirme.
Me llevo a la trastienda que era aún más atractiva ,si cabía, que la tienda, en efecto, dió con la idea que tenía del disfraz ideal para mi. Allí inmóvil en un maniquí, un largo vestido de seda roja de corte bastante sencillo , cuerpo entallado estilo corpiño con algunos bordados flor de lys muy típico de la época de los médicis,tiene algo de cola, la justa para hacer bastante atractivo el modelo, aberturas laterales dejando ver gasa blanca en contraste, rematados con una cenefas de hojas de acanto , tan utilizadas en el renacimiento, y las inconfundibles mangas de pico que le dan un aire bastante romántico. Lo acompañan unos diminutos zapatos del mismo material que el vestido, y una redecilla dorada para llevar el cabello suelto. Rauda y veloz me dispongo a probármelo con la impaciencia de terminar rápido para ver el resultado, ya está, de nuevo se dirigió a mi convencida la dueña del local portando una larga capa de terciopelo rojo con una amplia capucha,con esto obtendrás el resultado que esperabas. Efectivamente, un toque de misterio.
Ya me disponía a pagar cuando me colocó un colgante renacentista, como una especie de cruz con un granate en el centro. "Esto va con el traje de regalo".
Después de mirarme al espejo y cerciorarme fuera de mi asombro como podía haber acertado tanto esta mujer, salí de la tienda con la ilusión de un niño con un juguete nuevo. No conocía la ciudad así que me dejé llevar por el momento.
Me dediqué a pasear por las calles como si algo me arrastrase a ello,la curiosidad tal vez.......
En un momento me vi en medio de un corro de personas disfrazadas que bailaban sin parar a mi alrededor cojidos de las manos,me cojieron de la mano como si me conociesen de toda la vida y me arrastraron con ellos. No podía parar de reírme. Cuando me encontré algo mareada por el ajetreo, desligué mis manos del grupo para tomar aire en un rincón apartado del barullo.
Todo aquello me pareció embaucador ,tomé una larga bocanada de aire poniéndome la mano en el pecho donde latía mi corazón a un ritmo vertiginoso. Me sentía feliz,contenta,eufórica más bien.
Desperté de mi sueño y volvi a ver el cielo surcado por los aviones pensando: "Algún día,unos de esos me llevará a Venecia".
Así era el vestido de mi sueño ......................