Esbelta,
moldea sonrisas
cuando se baña
en agua y sal
y arena mojada.
Tierna y pura
el último sol
perfila su figura,
mientras la noche
pincela
suavemente
rasgos de rímel
en la mirada.
Y miles de almas
adormecidas
en maquillaje
sueñan
con un cuadro al óleo
llamado “El deseo”
sutilmente enmarcado
en idilia.
Aún así sólo ella
permanece intacta
ante la atroz tormenta
que borra con sus garras
juegos de colores
y versos de pasión.