Las siguientes horas, Tom Asco y Pood caminaron por la selva. La primera característica que les asombró fue que muchos árboles se movían a placer dejándo surcos en la tierra a su paso. Nunca chocaban entre ellos, se cedían el paso y se movían siempre por la derecha. Algunas veces algun árbol se movía bajo los efectos de demasiada agua y se salía a la margen izquierda de su recorrido poniéndo en peligro la seguridad personal de los otros árboles. Ni que decir tiene que era automáticamente multado.
Por lo demás, allí parecía que no había nadie más. Solo arboles que se movían a velocidades supeditadas a las estrictas normas (salvo los temerarios ya comentados). En un momento dado, uno de los árboles paró cerca de ellos salpicándolos de tierra con el frenado.
-Disculpen ustedes- dijo el árbol
-Por él no se preocupe, solo es un cangrejo
-Bueno, pero soy azul
-Eso sí
-metalizado, para más inri
-También
-Y era homosexual
-Pood, ya basta.
-Perdón.
-¿Qué buscan?- Preguntó el árbol, que no tenía ni pies, ni manos, ni ojos, ni boca, pero que podía hablar.
-Alguna puerta interdimensional
-Por aquí no hay ninguna. La única puerta está en la cima de la única montaña, donde está la única casa y donde habita el único señor de este mundo
-¿Y tú quien eres?- Preguntó Pood
-Yo soy un árbol que no tengo ni pies, ni manos, ni ojos, ni boca...pero que puedo hablar
-No te ha preguntado qué, sino quién eres...
-¿no es usted un poco gilipollas?
-Y dale- Respondió Tom mirando de soslayo a un Pood que contenía la risa
-¿Como podríamos llegar a la montaña?
-¿Qué montaña?
-Pues la única que hay
-Ah, esa. ¿Si quereis os llevo?
-Vale.
Dicho y hecho, Tom y Pood se subieron al árbol. Éste salió a toda velocidad, respetando los cruces y los ceda el árbol. Casi media hora después, llegaron al pie de la montaña.
-Hasta la vista
-Adiós árbol, y muchas gracias.
El humano y su amigo el cangrejo remontaron la falda de la montaña, hasta coger el único sendero que subía a la cima. El camino fue arduo y costoso, pero terminaron por llegar. Allí arriba había un bonito chalet de color blanco. Llamaron a la puerta.
-¿Quién llama?
-Tom Asco
-No conozco a ningun Tom Asco
-Ya me imagino
-No voy a abrir
-¿Quiere conocer a Tom Asco?
-Claro que sí, no conozco a ninguno
-Abra entonces.
Al otro lado de la puerta se escucharon al menos treinta cierres de seguridad. Una vez abiertos todos, la puerta se entreabrió y asomó la cabeza de un gorila con gafas.
-¿Podemos pasar?
-¿Eres un cangrejo azul?
-sí, metalizado
-Pood...-advirtió Tom
-Entonces supongo que sí- y el gorila abrió totalmente. Pasaron-¿Quieren un poco de té?
-No, tenemos prisa
-¿A dónde van?
-Creo que a mi casa. Pero no estoy seguro. ¿Donde está la puerta interdimensional de éste mundo?
-En mi garaje
-¿Tiene usted coche?
-¿Debería?
-Supongo que no.
-¿Para qué quieren la puerta?
-Para seguir nuestro viaje
-Ah...¿Ustedes viajan?
-Sí, los dos somo maricones.
-Pood, agradecería que evitases esa palabra- Le susurró a Pood, que estaba cogiendo con la pinza una pieza que descansaba sobre una mesita del hall- ¡Y no robes nada!
-Mmmmm-meditó el gorila
-Mmmmm-siguió meditando
-¿Les importa que vaya con ustedes?
-¿Como dice? ¿Usted?
-Sí, estoy harto de ser dueño y señor de este mundo. Los árboles solo se dedican a ir de un lado para otro. No hay nada que hacer. Si quieren usar mi puerta, tienen que llevarme con ustedes.
-Me parece una oferta lógica, Tom.
-Bueno, pues véngase. Aunque le advierto que no sé como se llama.
-Me llamo Fred. ¿Puedo?
-Mmmm-meditó Tom- Sí. Claro.
Y así se fueron por la puerta del garaje. Se les había unido un nuevo viajero, y allí se lanzaban,Tom Asco, Pood el cangrejo homosexual, y Fred el gorila con gafas dueño y señor de árboles; por la puerta, a otra dimension para lelos, donde les aguardaba, sin que ellos lo supieran, un refrescante batido para cada uno.