Hoy me he vuelto a dar cuenta de cómo nuestras vidas se van, sin que apenas seamos conscientes de ello, furtivas. Andaba yo por un laberinto de calles estrechas llamado el Barrio de Santa Cruz, en donde las fachadas de las calles parecen echársete encima. la noche hace que la angustia te atrape en aquel conjunto de calles llenas de encanto y de embrujo.Y a mi también me atrapó.No hice más que apresurarme por aquellos canales de historia y de hombres muertos. Como yo, un hombre muerto andando.