Deseos, esperanzas, ilusiones, sueños... Tan solo un paso te alejaba de ahi, pero tu subiste al Tren. ¡Adios hijo! ¡Adios Padre! ¡Adios madre! Adiós a todos vosotros que sin quererlo sois victimas de un gobierno pérfido. Adiós y no hasta luego. Ya no volveras a bajar del Tren que te traia de nuevo al hogar, al calor de tu familia, a la vida, al sabor de la comida casera. Adiós y no nos veremos, porque pensar ahora en otra vida es justificar la barbarie. Adiós ahora, y siempre contigo, porque tu no lo merecias, ama de casa, estudiante, albañil, empresario, periodista, ladrón... Adiós victima de la Religión o de la Política ¿Que tanto tiene eso ahora? Tu no estás, y nunca volverás.
Desde mi pantalla veo tus lagrimas, tus lamentos, tus muertes, y sigo aqui, sentado, pero mi corazón llora por ti. Lagrimas de odio, de recuerdo, de muerte... Lagrimas en el viento, pues nada son a tu pesar ni aliviaran tu corazón.
Llorad ahora, perseguidlos mañana, que vuestros hijos al menos vivan en paz.