Un destello agitándose se atisba por la calle. Reflejado en los escaparates camina como ausente, pensando en todo y nada a la vez. Una vez más esta calle, pero tan distinta a la vez... Una sonrisilla asoma bajo el agitado velo. Las manos, profundamente metidas en los bolsillos. Una canción en la cabeza, sonando armoniosa, perfecta, totalmente nítida, pero sólo una persona puede oirla sin necesidad de tecnología alguna; la imaginación puede derribar todas las barreras. Cierra los ojos en medio del trajín de la ciudad, y respira profundamente. Casi podría echar a correr y cantar a gritos, pero la civilización contiene. Casi podría tumbarse en la hierba de los jardines esporádicos, y mirar al Sol a través de las hojas, casi podría soltar una carcajada o echar una carrera con las nubes.
Y en lo alto de una roca, el mundo se ve desde otra perspectiva. Un prado verde intenso, con la hierba meciéndose como olas con el viento, pequeñas flores amarillas esparcidas de forma desigual, como esos cuadros puntillistas. Las montañas recortadas parecen de cristal en la distancia. El Sol, como sumergiéndose, se despide de nosotros. La luz surge naranja de entre las montañas. O un acantilado con la espuma del mar rugiendo, estrellándose incesante contra las rocas, ansiando atraparte en el azul de su fondo para siempre, echando algo en falta...
El mundo es un conjunto de visiones, de sensaciones, de emociones, ... La belleza puede rodearte cada día si sabes apreciarla, porque te está rodeando en estos momentos. Pueden ser tus manos moviéndose con rapidez por el teclado, pueden ser tus ojos cansados reflejados en el monitor en el momento en que EOL te da las gracias por enviar un nuevo mensaje, pueden ser las nubes saludándote al pasar, el viejo, desgastado y agrietado asfalto, como si le estuvieran saliendo las primeras arrugas... Yo veo poesía en cada uno de mis pasos.
Un destello solitario camina sonriendo por la calle. Silba una canción, la gente le mira con emociones entremezcladas; envidia, admiración, burla, ... Un destino le espera a no muchas calles de donde se encuentra. El Sol hace entornar sus ojos. El mundo parece una pompa de jabón cuando tienes ojos semicerrados; con millones de luces rodeándote. El destello respira, mete profundamente las manos en los bolsillos y camina sin prisa. Un buen día. Perdiéndose en el recuerdo de un olor, en el recuerdo de un juego de gatos y ratones, llega a su destino.
Saludos!!
Me encanta que llegue el buen tiempo...