Tiempo, tiempo desgastado,
aquel que desprecié,
maldito pasado,
maldito tiempo de papel
que se dobla y, arrugado
descansa en mi pincel.
Tiempo, tiempo labrado
con manos a envejecer,
con hierro forjado.
Tiempo que perder.
Aquellos días que, lastrados
los segundos que tañer
pasaron olvidados,
aquellos días a rehacer
se vuelven oxidados
en dagas que clavé.
Tiempo que, en recuerdos
te vengas del ayer.