Hola a quien lo lea.
Organizando los ficheros de mi ordenador he encontrado un texto de la época de las depresiones de cinco minutos: la adolescencia (al menos la mía).
Me ha hecho gracia recordar el juramento que a mi mismo me impuse, me apetece compartirlo con vosotros.
Si alguno se siente así me gustaría decirle que estas cosas pasan y con trabajo y relajándonos un poco de la vida, todo va a mejor.
A veces nos imponemos demasiado, a veces demasiado poco. Supongo que el secreto es encontrar el equilibrio.
Juramento
25/9/2001
El cambio, si es sincero, solo lo advierte el que no cambia.
Hace unas tres horas que llueve, quizás sea ese el motivo de mi melancolía y de mi afán por escribir a estas horas de vampiros.
Mi mente baila en pareja con mis recuerdos.
Analizo mi vida, y llego a una conclusión que predecirá parte de mi futuro:
Soy un cordero.
No llevo las riendas de mi vida, montones de variables controlan mis decisiones a pesar de lo que busco.
Ordenador, Vagancia, Televisión, Falta de constancia, Inseguridad, Inmadurez y pequeños detalles en mi vida que no me hacen digno de mi propia admiración.
Mi vida es controlada por mi yo bocazas, mi yo que habla.
No callar, no escuchar y no pensar: mis tres monos.
Si todos pudiéramos pensar solamente en vez de hablar seríamos totalmente distintos a como somos en la realidad, pensamos cosas que no nos atrevemos a hacer y hacemos cosas que no nos atrevemos a pensar.
Esto es lo que sucede, pienso en mi vida, llego a unas conclusiones y tomo unas decisiones que poseen la finalidad de resolver esos malos detalles que destrozan mis sueños.
Pero estas decisiones no se materializan, mis sueños y mis órdenes no son aplicadas por mi mejor sirviente, yo mismo.
No sería mi propio amigo.
No me gusta como mi boca habla sin mi permiso, mi cerebro duerme cuando mi vida se arrastra por los caminos de la derrota.
Perro ladrador poco mordedor.
Yo ni siquiera se ladrar.
Siempre que me veo desde fuera de mi, río. ¿nunca has salido de tu cuerpo con tu imaginación?
No me considero una persona a admirar, sencillamente veo un alguien superficial y hablador, solo hablador, de esos que no piensan lo que dicen, de esos que cambian de postura igual de rápido que cambian de calcetines.
Se que si yo no, nadie lo hará.
Y aún viendo los fallos no los se resolver, cual prisionero de la cueva de Platón que no quiere ir con el que le intenta liberar hacia la verdad aún sabiendo que vive en un mundo de mentira.
Mi pastor soy yo, pero no atiendo a mi rebaño.
Llevo un quinto de siglo en este mundo, tiempo como agua vertida en un desierto.
Y me quedan como mínimo 5 años de improductividad, una decisión quiero compartir contigo, mi pequeño papel, mi gran confidente.
Oculto siempre está el verdadero mensaje y la verdadera intención.
Si no cambio en este año, si en este año en mi interior no se produce una batalla por la presidencia del raciocinio descenderé hasta el infierno de los sueños incumplidos y me pondré a ganar la vida sin acabar la carrera.
Este no es un texto de autocompasión, ya ha habido muchos de esos guardados en mi disco duro y recitados a mi mismo, este es un texto de cambio, de reto y ultimátum al adolescente arraigado en mi interior.
Ese adolescente en un año a de entregarse igual que asesino lloroso y arrepentido para ser sometido a juicio, a análisis.
Ese adolescente deberá dejar paso libre a la responsabilidad de la razón, que con sus artilleros zanjará la vida del rey y del que gobierna mi mente, el bufón real.
El rey a muerto, viva el rey.
Un saludo.
