Poema tras poema -por favor, no escribir-

Todo empieza
y todo acaba.
A veces deseamos
que todo hubiera empezado antes.
A veces deseamos
que nada hubiera sido igual.
Hay veces en que
todo acaba sin haber empezado,
hay veces en que lo que acaba
nunca debiera existir.

Pero lo importante
es lo que hay
en medio.
Respira, y sé feliz
y haz feliz a alguien,
aunque el fantasma
de la soledad
aceche,
aunque la
soledad
sea lo único
que nos quede.





LA PLAYA

Quítate los
zapatos,
y ven conmigo,
a la orilla,
junto al mar.
Nos quedaremos quietos,
recostados,
y el agua desbordará
nuestros diques,
nos enterrará poco a poco...
y echaremos raíces.
Nos hemos convertido
en sombrillas humanas.

Levantamos la cabeza
(huele bien)
y miramos al cielo
(huele muy bien)
Repetimos sin cesar:
"¡El surrealismo existe,
en forma de bañador!"
Nos movemos,
tan lentamente
que parece
que colonizamos
la Luna.

Y el tiempo pasa,
y la gente pasa
(pasea)
y el agua corre,
(recorre) nuestros tobillos.
(y huele muy bien)





Lo acabo de leer en la prensa:
¡Todo el mundo quiere uno!
¡Todo el mundo
quiere un... mundo!
¡Todo un mundo
quiere un mundo,
y todo un mundo
quiere el mundo!
(cierra los ojos,
y piensa qué es lo que quieres)





CARTAS

Nadie escribe
cartas como
tú.
Desgracia tras
desgracia
canalizas el dolor
a través de la pluma.
Pero tú...

Muerte:
la muerte de
la Luna
transformada en río.

Dolor:
el dolor de tus ojos
al mirar al sol.

Ceguera:
el corazón, ciego,
dejando de latir.

Nadie escribe cartas como
tú.
Pero no tienes a quién mandárselas.





Lara de dia
cierra los ojos
y enciende el candil.
Es el faro de los viajeros
de Tierra
Mar y
Aire,
Es la guía
de los turistas,
de las estrellas.
Es la luz que te guía cuando
sueñas despierta,
el destello que molesta
a los murciélagos, quienes,
con actitud nada telúrica,
reprochan a Lara de Día
la intensidad del foco.

Lara de noche
abre los ojos
y enciende la vela.
Y navega por
Tierra
Mar y
Aire,
contemplando factorías
vacías
y caminos de desorden.
Cuando Lara de noche
sopla la vela
el mundo
se mueve,
y ella sueña, dormida,
con Lara de día.





RUTINA

Las mismas caras se repiten,
todos los días, a la misma hora.
Las mismas caras son distintas
entre sí
y también entre ellas mismas.
El paso del tiempo las acaricia
día a día,
a la misma hora.
Deja su huella implacable,
Débil de día
invisible de noche.
El revisor del tren llega cada mañana,
todos los días, a la misma hora,
y deja un autógrafo en cada billete.

Una pequeña muestra de rutina.





VIAJES DE SÁBADO

... y vamos rematadamente locos
por la calle,
de noche,
solos.
Y creemos vivir en un mundo perfecto,
felices,
porque en la calle solo hay
escaleras.
Y el mundo es perfecto
porque no hay más que bajarlas,
parar,
y mirarnos
y arder juntos,
porque no hay necesidad de subir
las escaleras
para sentir lo que sentimos.

Nadie nos observa,
y quien lo hace nos envidia.
Y cuando no necesitamos más escaleras
nos miramos a los ojos
y llegamos
muy lejos,
dentro,
muy lejos,
y comprendemos nuestro viaje
(todo va bien)

Porque cada día llegamos más lejos,
porque nos cuesta regresar.





CIUDADES

Las ciudades se tragan
tu vida.
Te sacan el jugo,
se enjuagan la boca.
Te besan en los labios,
te muerden la lengua.

Recorrer sus arterias
y tomarles el pulso.
Yo me enamoré de una y
le regalé mis ojos;
ahora ella me ha robado
la razón.

¡Corre, vé, y dile!
¡convéncela
de que se saque las
últimas fotos
contigo!
Al mirarlas
sabrás que has formado
parte de su vida,
aunque ella te ha quitado la tuya.

Al final,
dulce el recuerdo.
Ella está siempre a tu lado,
tú volverás algún día
a susurrarle tesoros,
a sonreirle a su ombligo.





Humedezco mis labios
para
humedecer tus labios.
Borrasca
en las antípodas
de tu cuerpo,
navego, feliz,
entregado al
dulzor
de tus muslos.

Humedezco mis labios
para
besar tus labios;
y me derrito
pronto
en la calidez
de tus manos.
Es el vértigo
que me lleva
dentro,
lejos,
a ciegas,
indefenso ante
el poder de
tus fuerzas ocultas,
esperando salir
para contárselo al mundo.

Humedezco mis labios
para enredarme
en tu pelo,
que huele
a sol
a cielo
y a nube
y me hace sentir
frágil y obsceno.




CIELOS

Seré el primero en
mirarte a los ojos
tras surcar
el cielo.





QUÉ PASARÁ MAÑANA

Me gustaría saber
qué pasaría mañana
si las aceras
que me llevan
ante ti
se derritiesen
mientras
me deslizo
cálido,
sigiloso
y pensativo.
Mientras recreo tu cuerpo
(tu cuerpo
tu cuerpo
tu cuerpo)
Mientras te busco
como ese extraño
en la noche,
que cohabita
contigo.





EL POEMA DE LO IMPOSIBLE
(Poema dedicado a Sandra Cisneros)


Quisiera ser el susurro
que se cuela por debajo
de tu puerta
mientras duermes
y entrar en tu cama
para acariciar tu pelo.

Ser como el viento
para aliviar
tus veranos

Como el agua
para inundar
tus ojos
y limpiar
tus pies

Como el pan recién horneado
que activa el gusto
en tu boca.

Pero creo que es imposible,
porque "sólo soy yo"
(no sé si me seguirás queriendo)




LA SONRISA

Cuando duermo
noto que cuentas
las pestañas de mis ojos.
Al día siguiente,
al hacer inventario,
me siento completo
(con una sonrisa)

Viajes en ascuas
para regresar
hermético
por tí.
Ni mil desgracias
en

f
i
l
a

me impiden ir
por la
vida
con una sonrisa.





ESPACIOS

Desde el cielo
hasta
el
suelo
(pasando por tu casa)
(asomado a tus ventanas)
(cocinando a fuego lento)
(el menú del día, siempre llega)

Desde el norte
hasta el sur
(quedándome en tu cama)
(dormido entre tus brazos)
(donde todo es maleable)
(aunque el aire esté cargado)

Desde YA
y hasta ENTONCES
(dime que me quieres)
(dime que me tienes)

(aunque todo sea mentira)
(aunque todo sea mentira)





SECRETOS

Dime cómo lo haces,
cómo consigues
esbozar
sonrisas
cuando hay tormenta,
cómo consigues
manterer
el calor
en tus manos,
y ese azul salado
en los ojos.
Dime cómo lo haces
y te prometo
que me
escaparé
contigo
(para siempre)





Entre beso
y beso
seleccionas
en el dial
de mi boca
los lamentos
más dulces
que excitan tu sexo.
De entrada
un susurro
se cuela en la
noche
(el día, celoso, espera

i m p a c i e n t e

para robarte
las fresas
que endulzan
tu lengua)






TAN LEJOS, TAN CERCA

Son
1542 km
de costa,
y yo rezaba
para no olvidar
el olor
de tu cuello.





EVA ES.

Poema dedicado a una chica con novio.



Eva es el nombre
de un clima inventado.
Eva, cielo,
me gustan tus labios.

Eva es rosada
y sonríe a menudo
(bendita tú eres
entre todas las mujeres)

Eva es nordesía
cuando el sol luce en su rímel.

Un día Eva apoyó su cabeza
en mi hombro,

(para volver juntos
al aula de estudio)
-¡Qué absurda
es la vida!



LA VIDA EN UN LIENZO

El lienzo:
tu cuerpo
nacarado
brillando en
mi cama.
El pincel:
mi deseo,
acumulado
clandestinamente
durante mil noches
de insomnio.

Es el deseo el que
vuela ahora,
sin motor,
raseando
a ciegas
el skyline
de tu vello púbico,
para acabar
reclamado por tu regazo,
que me invita a quedarme,
me invita a soñar
y a eludir
una vida
plagada de
imperfecciones.

Bonita vigilia
(mañana contaré
los lunares
de tu espalda)



LA MAÑANA DE LA VIDA

Todas las
flores
del mundo
yacen ante tus
pies
para resaltar
tus rasgos
más perfectos.

Los pétalos
de las
rosas
(siempre las rosas)
endulzarán
las páginas
de mis libros.

Es la naturaleza
marchita
la que amaina
las tormentas
en la mañana
de la vida.
(P.D. No creáis en el pasado)



POEMA DE AMOR (1)

Hemos
decidido
dar
la
vuelta
al
mundo
cogidos
de
la
mano.

(Esperamos
no
tener
problemas
al
subir
a
los
aviones)





(a Nerea)

Todas las veletas
del mundo
me llevan a ti.
Son las flechas
y sus motivos
las que descubren
tu espacio,
las que invaden tu conciencia
intentando persuadirte
de que el amor verdadero
reside en tus senos,
de que los astros
siguen brillando
cuando ni el
norte
sur
este
oeste
son válidos
como referencia
para mis sentidos.
Son todas,
al unísono,
las que palpitan
cuando cambias el
rumbo
hacia aguas
más tranquilas.

Entre tanto
yo gozo
junto a la mar rizada
que nivela mis ojos,
(qué bellos tus cabellos)
en parajes aún sin explorar.
(tu vientre en mi mente)
Y de fondo, el humo
del cigarrillo
que roza
tus labios.



EL POEMA MÁS TRISTE DE LA TARDE

En el cénit,
lugar sagrado.
Hoy me siento tan solo
que podría enamorarme
de cualquiera.



INTERFERENCIAS (DONOSTIAKO KALEAK)

Miro las baldosas
de la acera
y me recuerdan
que he cambiado de vida.
Vuelvo a ti una vez al año,
esperando esa catarsis
que culmina en dependencia.
Cruzo las calles peatonales,
llenas de terrazas,
y camino hacia el puerto,
tentado por los cafetines
que impregnan el aire con un
dulce aroma afrancesado.
Eres como el cuerpo redentor
que convierte en delicia
las noches de verano,
con su piel, mil veces
transitada
y mil veces transitable;
esa piel, densa y poblada
por mis días más sensatos.
Espacio fascinante:
yo conozco todos tus resquicios.
Aún así
me sigues atrapando.

(Donostiako kaleak: "las calles de Donostia")



BELLEZA

Después de verte
cruzando EL LAGO
intento al menos
conciliar el sueño
Aunque me despierto
varias veces en la
noche
apenas puedo
echar de menos
esos dedos largos
que se mueven
al son de los tambores
golpeados por un millar
de árboles
caducos
que en su día
ansiaron llegar
muy alto
para ver mejor
el sol
JUNTO A las flores
hoy reina
el dulce beso de LA niebla
Mientras sus ramas se alejan
hacia posiciones
tan privilegiadas
como absurdas
yo me acerco
entre las sábanas
a un ideal
de BELLEZA
SUBLIME.



POEMA DE AMOR (2)

Vuelvo
a
casa
tras
otro
día
de
rutina.
Hipnotízame
para
despistar
al
aburrimiento.
(Después
te
prepararé
café)




...Y LA INCERTIDUMBRE ENTRE TUS MANOS

Poema que recoge la invitación de José Saramago para finalizar su relato "Un azul para marte".



Mientras recorro la
distancia
entre el paraíso
y tus brazos
medito
la respuesta
que debo
ofrecerte.
He estado
lejos,
confundido ante
la percepción
que todos tenían sobre mí.
He visto seres
felices
que viven
ajenos
a nuestro latir
colectivo.
Miradas
en blanco y negro,
conceptos en
CINEMA-SCOPE
para una vida
entregada
al sentido
de la exclusividad.
Ahora que me acerco a tu regazo
comprenderé lo dulce
que resulta
volver a casa.
Por favor,
no me dejes volver:
sus ojos eran
tan maravillosos
que me quedaría
junto a ellos
para
siempre
(para siempre)



POEMA DE AMOR (3)


Agitas
tus
pestañas
para
abanicar
las
secas
hojas
tristes
hojas
muertas
rozando
nuestros
tobillos

y
los
dos
juntos
viendo
pasar
autobuses
toda
la
noche

soy
yo
el
que
los
pierde
porque
la
noche
cálida
noche
de
abril
me
hace
sentir
omnipotente



EN LA CASA DE PIEDRA


Los hombres caminan, cansados,
hacia parajes que alivian su mañana.
Yo no quiero verme privado
de tener tu figura en mi ventana.

(mientras escribo sobre ellos).

Siempre formo imágenes subjetivas
con mis dedos, el sol y tu paciencia.
Y tú observas, despierta y pensativa
la onírica virtud aferrada a mi consciencia.

(mientras respiran libertad)

La noche angosta, pulcra y sensata
me augura un futuro feliz a tu lado,
mientras tu piel, tersa y pura epata
mis sentidos, mis días, y mi estado.

(mientras caminan, tan bellos)

Duerme, mi dulce y tierna niña, siente
la brisa, el agua y la hierba,
es la naturaleza la que nunca miente
cuando desnudos violamos su minerva.

(mientras me doblan en edad)



LAS BARCAS


Cada vez que
me acuerdo
de ti
tomo la ruta
más corta
hasta llegar
a la luna,
poniendo miles
de kilómetros
de distancia
en un instante.
Sin embargo
siempre
acabo por
darme cuenta
de que la distancia
física
jamás solucionará
mis problemas,
cuando lo único
que quiero
es ver pasar
las barcas,

sentado
a tu lado,

junto al lago,

durante
todas las tardes
de

mayo.




ALUSIONES (UN POEMA EN TRES ACTOS)


1*
Te odio.
Lo descubrí una
noche de marzo,
a las doce y veinticinco
de la noche.
Cuando un sinsentido
se torna obtuso
es obligatorio
actuar.
Ahora, que durante
meses he probado
la voluntad de mis actos
puedo hacerme dueño
de tan ilustres palabras.
Si todavía te dura
el placer de la derrota,
por favor, no dramatices;
sé que en el fondo me entiendes.


2*
Estoy cansado
de salir siempre
en la última página
de los periódicos.
Yo, que imito al sol
en un solsticio de verano,
que hablo trescientas lenguas
sin apenas acentos marcados.
La rebelión de los astros me acoge
en su causa.
(Verdades como puños)


3* (Por alusiones)
Si este poema
os parece
oscuro
es que tenéis
los ojos cerrados.




EL BESO DE LA NIEBLA
(A los hombres conejo)

En la ciudad próxima,
hermana,
admirada,
corremos de la mano
hacia la torre ancestral,
besada por la niebla.
(Besos de azúcar, besos dulces)
El sol luce tímidamente
entre la maraña opaca
que ha tejido el día.
Quiere abrirse paso:
suplica y sufre.
¿Es justo que en verano
caminemos entre
gotas de rocío, respirando
su constancia?
(Besos de azúcar, besos dulces)
Cuando la niebla puebla
la torre,
cuando corremos para
acercarnos a sus matices,
nos sentimos efímeros, pero libres,
e impacientes por
volver a sentirla.
Es el ciclo de la melancolía,
es la melancolía en tus...
(Besos de azúcar, besos dulces)



(Para O.)

Mis ojos
descansan
en tus blusas estampadas,
junto a las flores
que recogen tu
busto,
decorando
tus formas,
(pletóricas
y amables)
tus caderas
y los mitos
que un día,
serenamente,
descubriré
junto a las escaleras
de ese pasillo
eterno
e inabarcable
que envuelve
mis pasos.
Camino de casa,
con las hojas
secas
cayendo sobre mis
hombros,
pienso que
la melancolía
es un pasaporte
efímero a la felicidad,
que los días
habitan en los árboles
y en otoño
visten las calles
con tonalidades
imperturbables,
hasta que los barrenderos
borran las huellas
para que los
niños
no resbalen.

(Dios, ¡la felicidad!)




POEMA DE AMOR (4)

Llévame
contigo,
quiero
ver
la
noche,
lejos,
muy
lejos.
Llévame
lejos,
cogidos
de
la
mano,
para
perder
el
miedo.
Por
favor,
llévame
contigo:
hoy
no
quiero
quedarme
en
casa.



ECOS

Los ecos
de tu voz
hacen despertar
en mí
el sueño,
el ansia
por una vida mejor,
plena y luminosa.
Canta,
ven y canta
(y si no
susurra)
UN POEMA INCOMPLETO

Tus manos
se deslizan
suaves
por la estantería;
dulce avanzadilla
del abrazo de cupido,
cruel reflejo
de la vida
de un Sísifo contemporáneo
que seguirá arrastrando
la losa implacable
de los poemas
incompletos,

porque no los lees
tú,

¡porque son para ti!

Soy un voyeur
del alma.



EL POLO DE LIMÓN

Soy el cómplice
del solsticio de invierno,
marioneta poseída
por el poder de las ondas,
que me lanzan a
la aventura
para buscarte
entre los
puestos de castañas
que difuminan
las calles.
Ahora es primavera,
y contemplo
en la distancia
esos cauces
de frutos secos y
calderos oxidados
que un día llevaron
tus huellas.
El carbón
estaba bajo tu piel,
y fui yo
quien descubrí el
yacimiento
(yo vicié tu lengua,
me supo
a fresas,
a tabaco
y a polo
de limón)
Y si alguien
me obliga a
pensar
que un amor
tan fuerte,
tan puro,
tan bien guardado
es un resumen
del
mundo
huiré, a escondidas,
hacia las urbes
revalorizadas
por el solsticio de
verano
(si es que aún
quedan cosas por
ver)


LA VIDA LEJOS

Tres hombres
en un pub
mecen sus lenguas
para entonar
poemas bienpensados:
(take this ring
beneath the sun;
if you can't sing
please try to run)

Las chicas,
hermosas,
salen del cine
con una sonrisa
en los labios:
(hear the sound,
the wild wild sea:
a bleeding wound
surrounding me!)

Hogar, maldita
realidad.
Rutina, teatro,
a veces solos:
(touch my lips,
watch the sky.
Feel our hips
saying goodbye).

Descansa;
porque siempre
llega
la felicidad,
gélida y
envolvente.
Mientras, disfruta:
(come with me
my sweet sweet girl.
Life will be
a frozen pearl)



LA BRISA

Siempre que
regresas
angustiada
por tus sueños
yo estoy ahí,
sosteniendo con
mi espalda
el peso anárquico
de tu existencia.
¡Déjame
ser partícipe
de tus días nacarados,
de los restos
de un naufragio
que rozó la
vida eterna
aprisionada
en la bahía!

(en la costa sopla
el viento
de la concupiscencia.
Sopla, sopla,
mueve las velas
que iluminan el agua,
rompe el candor
envasado al
vacío)



VIERNES (HOY LLUEVE MUCHO)

(observaciones casuales desde mi ventana)

Llueve con fuerza
en la ciudad
atrapada
por los
montes
que oxigenan
su cielo.
El agua
fría
se acomoda
en las baldosas
de los parques
para reflejar
la inocencia
de los niños
que pasean
con sus madres.
Mientras decenas
de personas
se amontonan
tras los toldos
por no compartir
su hastío
con la lluvia
dos chicas
se cogen de la mano
y se pierden
entre las casas
debajo
de un paraguas
(¡valientes!)


SÁBADO

Sábado.

Es tarde,
y ha dejado de llover.
Acurrucado en el sofá,
narcotizado
por la luz de mi flexo,
imagino cómo serán
tus fotos de carné.
Desde mi púlpito
advierto el lamento
de tu espejo,
maldiciendo
los rasgos
que escondes
tras
una imagen
fascinante,
tan efímera
como
entusiasta.

Cuento hasta diez:
un,

dos,

tres
(acomodo mi espalda
a la ingravidez de
la sala)

cuatro,

cinco
(enciendo un cigarrillo)

seis,

siete,

ocho

(rezo por los buenos tiempos)

nueve

(buenos tiempos por llegar)

diez

(te quiero)


DOMINGO

Todas las tardes
de domingo
son iguales:
son los días
despreocupados
en que vistes
mi casa
con tu cuerpo
desnudo,
camuflando
nuestros temores
de volver
al mundo real
bajo
una tonelada
de palomitas
de maíz.

Tú pones
la sal.

Yo la quito
de la comisura
de tus
labios.



LUNES

El lunes es un
jardín de infancia
secreto
donde paseo
descalzo,
disfrutando del
césped
que refresca
mis pies.


MARTES (DÍA DE MERCADO)

Grata es la
concentración
salina
que bordea
las aureolas
de tus pezones,
corriente interminable
que me lleva en
espiral
hacia el vórtice
de tu ombligo.
Hallelujah!
Al fin soy bañado
por el agua
que emanan
tus poros.
Por la mañana,
al volver a casa,
los puestos de
fruta visten
la acera:
hoy es martes
y es día de
mercado.
Sólo el jugo
de las manzanas
rojas
podrá neutralizar
tu recuerdo
en mis papilas
gustativas.



Imagen




(fin)
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