Pues sin ánimo de ofender a los fans de turno, yo el uno lo dejé colgado porque se me hacía difícil e incómodo el sistema de matar a los fantasmas a base de fotos. Quién lo iba a decir que tenía más dificultad con Project Zero que con Forbidden Siren. Es más, para llevaros la contraria, mi favorito sería el Siren, del que espero la segunda parte con muchas ganas. Me encantó eso de llevar distintos personajes, el argumento muy currado, los toques de aventura gráfica haciendo bastante interactivos los escenarios y no como estos otros que solo avanzas, matas y abres puertas. Era jodido y necesitaba mucha paciencia, pero lo que disfrutaba uno al escapar de un colegio lleno de shibitos psicópatas con una profesora canija acompañada de una alumna de siete u ocho años que iba gimiendo todo el santo rato del canguele que llevaba.
Eso sí, si me aseguráis por las barbas de Matusalen que el Crimson Butterfly es mucho más fácil y no voy a tener problemas con la dichosa cámara y su movimiento lentísimo ante fantasmas que corrían un huevo y aparecían y desaparecían donde les daba la gana sin darte tiempo a na, pues quizás le dé una oportunidad. De esta tercera parte me gusta que lleves tres personajes distintos, pero espero que los vayas intercalando y que eso le de más consistencia a la historia. No me gusta el rollo de pasártelo con uno, después con el otro con pequeños cambios pero mismos escenarios. Mejor intercalarlos a lo Suikoden 3. Y la ambientación más moderna también me atrae.