¿Dónde?
Donde el tiempo se extinga,
en un mar de agua dulce sin cisnes,
sin necesidad de arrojar piedras en su seno.
Donde mi mente se nuble
y sólo queden vívidos recuerdos escolares;
donde las manos se tornen palabras de amor.
Donde la sed sea siempre apagada
por besos desconocidos,
sin interés por mi nombre.
¿Cuándo?
Cuando se deshilachen las nubes entre mis dientes
y los niños jueguen ajenos por las calles.
Cuando no importen los meses
ni los años...
En un instante justo de huída del corazón
de las aves migratorias.
Cuando no vuelva el verano...
¿Por qué?
Porque los días se harán largos,
por ese nudo justo encima del estómago.