Ideas y reflexiones de una mente enferma : Novedad
Parte I
Parte II
Durante el tiempo que duró aquel frenesí orgiástico me parecía estar viviendo algo únicamente reservado a dioses,aunque una parte de mí se odia por por la conversión durante aquel periodo en un "universitario",ya sabéis a que me refiero...
Aun estando enfrascado como estaba en aquel "way of life" pude vislumbrar una luz en aquel devenir cotidiano...Me encontraba en un medio que no era extraño para mí,pero me seguía encontrando como en una ciudad extranjera...
Paseando una noche como cualquier otra,,interminable y fría,por aquella enorme metrópolis,me encontré,en un puente al que solía ir,con una mujer...Me dispuse a encender el pitillo acostumbrado en aquel lugar,el último de la noche...No me había acordado de la mujer hasta que se me acercó con paso decidido...Desvié mi mirada del río,la pose en sus ojos y allí encontré algo que no había visto antes...
Comenzó a hablar,con un aplomo y seguridad que no me esperaría de alquien de tan frágil aspecto;cada palabra que salía de su boca me petrificaba...Me sentí forzado a decirle quien era,a confesarle mis más oscuros secretos...
Seguimos viéndonos en aquel puente cada noche,conversando sobre aspectos de la vida en general y de la mía en particular que jamás me habría parado a reflexionar de no ser por ella...Me encontré con un problema;el hecho de que sólo nos viéramos en aquel lugar me impedía especular con la posibilidad de que se convirtiera en una "chica de una noche"...Comenzó mi adicción a ella,como otros tantos vicios perniciosos,de forma repentina,sin poder hacer nada para evitarlo aun de haber querido hacerlo...
La amé sin remisión,a la vez que ahondábamos en los entresijos de mi mente...El último día que estuve con ella,la besé por primera vez,sabedor de que sería la única...
No conseguía quitármela de la cabeza...¿Qué la estaba retrasando de aquel encuentro postrero?En el largo rato que tardó en llegar,me encendí el cigarro obligado mientras me dispuse a investigar los motivos de mi conducta por mi cuenta...
Cuando llegó,yo ya me había ido...Dejé una nota con la palabra "adiós" en ella...No hubo un gran final con lágrimas y sollozos...
En aquella reflexión sobre mí mismo me di cuenta de algo que me había enseñado ella,indirectamente;debía observar con detenimiento mis actos y encontrar que encontraba de placentero en ellos...La odié por aquella terrible enseñanza,deseé matarla por aquella lección...No pude hacerlo,y el último resquicio de humanidad se fue en el viento como el humo de tantos pitillos...
Parte IV