Sun tzu dice a lodis: Relata la vida triste y desdichada de una chincheta. Extension libre.
La vida de una chincheta.
Era se una vez, una pequeña chincheta, vivía feliz en una cajita de cristal junto a su familia, pero un día, un malvado hombre compró esa cajita en la librería y la pobre chincheta fue colgada en un corcho.
Allí se sentía sola, sólo por la noche podía hablar con su prima queocupaba un lugar cercano en ese papel dónde estaban, echaba de menos a su familia, las noches acurrucada junto a su madre mientras le contaba un cuento para dormir.
Pero ese día las cosas cambiaron drásticamente, el hombre llegó, la quitó del papel, del corcho y la dejo encima de la mesa, puso unas agujas de colores y la pobre chincheta se quedó en la mesa, pasó medio día allí, sin saber que hacer; en la mesa sólo había papeles y cosas que desconocía, ese aparato que emitía ruido y el hombre cogía, ese otro más grande que mientras miraba tocaba otro de rectangular, ahora estaba cerca de este último y se veía feo allí de color blanco, dividido en mini cuadraditos... ¿Que sería eso? y de repente llegó el caos, lo que toda chincheta ha escuchado por boca de sus padres y querido evitar, el mayor desastre que le puede pasar a una, con eso, se aseguraba su muerte, sólo tenía un año de edad y sabía que iba a morir.
- Oh! ¡Pobre de mí! ¿Que hago? ¿Dónde iré ahora? me tengo que esconder, ¿pero dónde? - todo esto se lo preguntaba mientras caía de la mesa la suelo.
- sólo tengo una oportunidad, si cayera debajo nunca me encontrarán, sino, ¿que será de mí? pronto me aplastarán y nunca más nadie sabrá de mí. Vio como el hombre se acercaba, sus pies estaban cerca, cada vez más cerca, empezó a sudar, lloraba de miedo y entonces...xaf! ya no recordaba nada más.
Ahora de vieja, me doy cuenta que ese día, era mí día de suerte, los pies sólo me rozaron y me empujaron debajo de la mesa, me salve de una muerte segura, pero ahora, cinco años después, voy a morir aquí sola, oxidada y abandonada a la suerte sin haber podido conocer mundo ni felicidad, a veces me pregunto sino habría sido mejor morir ese día que vivir siempre sola.