Sería cuestión de buscar ejemplos de cómo la discriminación positiva llega hasta extremos de lo absurdo, ya sea en política, en justicia, etc, y después teorizarlos o argumentarlos. Algo que suele dar bastante lustre es justificarlo desde la postura adoptada por los medios de comunicación, por ejemplo, si te fijas, la discriminación positiva no está mal vista en la sociedad, pese a ser, en esencia, injusta; sin embargo por la historia y la sensibilidad social es algo que todavía no ha calado, existiendo riesgo de un desequilibrio, en este caso, a favor de la mujer.