Una vez tuve que investigar un poco acerca de instrumentos de tortura, para hacer unos carteles informativos para una exposición.
Una de las más chungas, era una ejecución que reservaban a soldados traidores y espías, y era, colgado cabeza abajo, con las piernas abiertas, y empezaban a serrarlo por la mitad. Como la mayor parte de la sangre se encontraba en el cerebro, normalmente el condenado solía morir cuando la sierra le alcanzaba el corazón, aunque he llegado a leer que hubo casos de algunos que seguían gritando hasta que la sierra llegaba a la tráquea. Sencillamente espeluznante.
Y otra, más impresionante todavía, era el aplastacráneos. Era un soporte donde se metía la cabeza del prisionero a "interrogar", con un casquete en la parte superior, con un tornillo que lo hacía ir bajando. Lo peor de este método es que estan muy bien documentado el proceso que se seguía. Lo primero en ceder eran, curiosamente, los dientes, que solían partirse o reventar de la presión. Después se partía la mandíbula. Lo siguiente eran los senos nasales. A continuación saltaban los ojos, y por último, el cerebro, hecho ya papilla, salía escurriéndose por las cuencas oculares, la nariz y los oídos. Y esta es la descripción "light".