Recopilación: "Estudio sobre nosotros"(no escribir)

Bien, esta es mi primera respuesta al hilo aquel llamado "Estudio sobre nosotros" en el que proponía hacer un estudio personal de los autores que quisieran. Por lo mucho que le debo y lo mucho que me agrada, empiezo por Prado. Ahí va lo que redacté aquella "maldita" madrugada en decidí indagar en aquellos versos.

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La voz de Prado en las letras suena de forma melódica pero agresiva. Me he dado cuenta de la sensación de vértigo que consigue arrancar de mi estómago cuando leo sus versos. Si bien es verdad que muchos poemas entran en la oscuridad propia de una poesía subjetiva hasta dañar, muchos otros son límpidos y claros, y dejan en el paladar de quien los lee una sensación dulce.

Mientras España, y el mundo, se mueven a ritmo de goles, tacos y guerras la poesía de Prado se mueve a ritmo de Jazz, con sus versos saliéndose de la norma, mirándote de forma pícara y haciendo que quieras o no termines moviéndote a su ritmo.

Son varias las imágenes que utiliza, pero creo que sin duda el mar es la que más llena sus versos, así como las calles de su ciudad o los olores y los colores que pueblan su tierra, su vida y su entorno. Pasea bohemio quizá, pero también moderno consumándo un extraño matrimonio entre ambas formas en principio incompatibles...pero que le dan muy buen resultado.

Decir que Prado enseña con sus versos es quedarse corto, y le saca el mismo jugo a un helado de limón, a un hecho importante en su vida, o la cosa más cotidiana como qué es lo que lleva en los bolsillos, que olor tiene cierta chica o su sensación una noche cualquiera...

Me gusta pasear con Prado por la poesía, termina convirtiéndose en una fiesta de color, de luces y de sonido al má puro estilo de aquellos fantásticos paseos que podías dar si Mary Poppins iba contigo...

He leído atentamente sus poemas, deteniéndome sobre todo en Restos de un naufragio, del cual, y para terminar, me gustaría extraer lo que para mí significa la más bella perla de ese collar...

TU VOZ

Tu voz
me acerca
las sirenas
de los barcos
cuando edulcora
el llanto
de las ballenas.

Tu voz es prodigiosa;
evoca
el poder de
la mente
y me recuerda
(aunque no la oiga)
que ha llegado
el momento
de pensar
en algo grande.


Espero que disfruteis de Prado como yo lo he hecho...y hasta la próxima entrega de "Demiurgo lee a..."

Segunda entrega de aquel hilo, "Estudio sobre nosotros" , y he escogido a Delbruck, un gran amigo dentro y fuera de la red, y voy analizar, dentro de mis pocos conocimientos, su relato "Las Flores del Cerezo"...


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Para empezar, diré que es una novela que se desarrola en Japón, en la época de los samurais, y llena de aventuras, acción y pinceladas de amor...

Trata la historia de un joven samurai, cuyo maesto, Miyamoto Musashi (aquel samurai que cazaba moscas con los apillos, segun me ha dicho mi padre) era el samurai más famoso del pais, admirado por todos, y copiado por muchos de ellos.

La historia está perfectamente narrada y bien dividida por el autor en cuatro partes claramente diferenciadas.

Los primeros capítulos, cuentan con una narrativa genial, como he dicho antes, pero no terminan de integrarte en aquel mundo ni en aquella época.

Se nota la mejora capítulo tras capítulo, y como Delbruck va aprendiendo cosas de Japón y las introduce en la novela.

Las escaramuzas y batallas están muy bien ambientadas, y los personajes cuentan con personalidades marcadas, que hacen una historia muy completa y leible.

En resumen, una gran historia, de un gran amigo, y una gran persona, además de un gran escritor.

Salu2.

Bueno, me ha llevado bastante tiempo decidir si el estudio sobre Vadín se centraría solo en la poesía o también en "Destellos en el tiempo". Decidí dejar la prosa para cuando la acabara y de nuevo una vez más enchufado al Jetro Thull y con el cerebro llevado hasta las tres de la mañana escribo esto con más cariño que profesionalidad a una gran persona y a un gran amigo...mañana por la tarde lo posteo.

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Vadín huele a poeta de ciudad grande, de buenos amigos y amor desbordado. Pues sobre todo la poesía de Vadín es amor, y el amor se resume en la poesía de Vadín y así se pasan el día jugando al viceversa y al corre que te pillo. Si Vadín no amara, sus versos morirían...pero el amor de Vadín corre más allá que el convencionalismo amargo de poesía de balcón, Vadín ama a su barrio, ama un buen café con amigos (y con leche), ama a su hermano y se recrea en esa sensación de sentirse también amado, y no duda en contarlo, y en contarlo bien.

Si se nadara por sus versos con el encanto y la predisposición con que yo lo hice uno se daría cuenta del calor que sus rimas emanan, porque además para un enemigo de las rimas como puedo serlo yo, las de Vadín enganchan y llaman con fuerza. Mi opinión acerca de los sonetos a cambiado de forma asonante, y sueño ahora en consonante con no terminar nunca de leer a alguien como Vadín más preocupado en querer saber que contar, que en contarlo de forma artificial...un bocado de gourmet para el paladar, que deja buen sabor de boca y ganas de repetir...