Habian pasado varias semanas desde mi disyuntivo y emocionalmente incorrecto jueves de extrañacion, no sabia lo que habia podido pasar, pero tan reales como las expresiones que me vinieron a la cabeza era el bache laboral por el que pasaba.
Mis jefes habian pensado que mi rendimiento en la empresa habia llegado a su punto más bajo, lo cual no iba muy descaminado pues por cincunstancias del destino mi desempeño y motivacion habia descendido hasta un punto indecente, no obstante completamente en sintonia con el hijo del jefe. En fin, esa es otra historia que nada tiene que ver con la que os voy a contar.
El Sr. Gutierrez me llamó a su oficina para darme la mala nueva:
-Estas despedido. Debido a la crisis que sufre el sector nos vemos obligados a hacer unos recortes de tipo humano en la empresa, siendo tú uno de los último en incorporarte a la misma hemos decidido que lo más justo para todos era tu salida, pero no te preocupes, te vamos a dar una hoja de referencias y BLA BLA BLA BLA.
Sí, realmente lo más interesante de su disertacion era el bla bla bla, ya que el resto era palabraria barata incluida en cualquier discurso de "empresa".
Salí dispuesto a gastar el presupuesto de aquel jueves en tragaperras y alguna que otra cerveza, y a ello me disponia cuando:
Por qué no robamos un banco?
Continuara si tengo aún más ganas