La fuerza del amor

La tragedia ocurrió en aquella tarde de invierno, en aquellas pocas horas, la vida de dos personas cambiaria para siempre. Se conocieron cuando ella salía distraída de la boca del metro, escuchando música por unos auriculares, no vio como el andamio de una obra próxima se derrumbaba sobre ella, solo sintió como alguien la agarraba y saltaba con ella hacia la boca del metro, cuando quiso darse cuenta ya estaban rodando, uno sobre el otro, escaleras abajo. Cuando llegaron al fondo, el chico que se había lanzado para salvarla estaba ya inconsciente, pues se había llevado la peor parte en la caída, la chica, magullada intentaba descubrir que había pasado mientras intentaba levantarse sin conseguirlo.

Aun confusa contemplo al chico inconsciente con una herida en la frente, observo también el andamio volcado donde segundos antes había estado ella, entonces lo comprendió con un estremecimiento.

La neblina se dispersaba poco a poco, mientras Juan intentaba incorporarse para desistir de inmediato. El dolor era agudo y se concentraba en su espalda. Un temblor le recorrió el cuerpo entero cuando intento alzar la mirada, lentamente alzo una mano, que ahora se le antojaba muy pesada, y toco la forma de un collarín en su cuello, palpo un camisón de tela lisa y suave cubriendo su piel. No podía recordar muy bien que había pasado. Miro a su alrededor y se encontró en un cuarto blanco, claro, estaba en un hospital, pensaba, giro la cabezo suavemente y descubrió en un sofá, a su lado, a una mujer de dorados cabellos y tez blanquecina, parecía descansar, también vio la escayola blanca que guardaba el pie izquierdo de la mujer, durante un segundo Juan no supo quien era hasta que de pronto le vino a la mente el recuerdo del accidente, de cómo había visto el andamio derrumbarse y había tirado de la preciosa mujer que estaba enfrente de el, aquella mujer se encontraba ahora a su lado.

En estos pensamientos estaba sumergido cuando una voz melodiosa le llegò de la puerta de la habitación:

-Veo que esta despierto señor Juan –dijo una enfermera desde la puerta, casi en un susurro- Avisare al medico, pero por favor descanse…

-Gracias- Contesto Juan- ¿Quién es ella? –pregunto ansiando la respuesta que ya temía-.

-¿no lo sabe?- Contesto extrañada la enfermera- Pensábamos que era su novia, no se ha separado de usted desde que le dieron el alta, se llama Martha y ahora descanse…

-Martha… –susurro Juan antes de caer nuevamente en la inconciencia-

Despertó varias horas después, se encontraba en la misma habitación aunque ya no sentía la presión del collarín en su cuello. Miro a su lado y vio vació el sofá, durante un momento pensó que todo había sido un sueño pero unos toques en la puerta le devolvieron a la realidad. Miro a la puerta y contemplo le pareció contemplar un ángel, era la misma chica que con la dificultad de la inexperiencia entraba en su habitación haciendo uso de unas muletas.

-Me alegro que estés despierto Juan- Dijo la mujer mientras se dejaba caer en el sillón- Me llamo Martha.

-Tu pierna... –Dijo Juan mirando la escayola de Martha- ¿Qué paso?

-Te debo la vida -durante un momento una bellísima sonrisa cruzo su cara- si no hubiera sido por ti ahora mismo…

-No me debes nada –contesto sonriente Juan, “dios que hermosa es” pensaba- ¿pero que me ha pasado a mi?… no siento las piernas…

-Durante la caída me protegiste con tu cuerpo –su voz se quebró con amargura- tu recibiste la peor parte -Le costaba hablar, las lagrimas pujaban por salir- los medicos no creen que puedas volver a caminar… - Ahora lloraba mientras hablaba- y todo por protegerme a mi, a una desconocida…. ¿Por que?... dime ¿Por que?

-No importa Martha –contesto Juan mientras limpiaba las lagrimas de la mejilla de ella- Lo volvería a hacer otra vez, ademas –Juan se aclaro la garganta- llevaba una semana siguiéndote en el metro, siempre lo coges a la misma hora y en el mismo vagón, me quede prendado de tu belleza desde la primera ves que ti vi, por eso no me arrepiento de nada.

Martha intentaba no llorar mientras escuchaba al joven hablar, un joven que se había arriesgado por ella. No sabía ya que pensar…

-pero no volverás a andar… -dijo Martha- y todo por mi culpa.

-los médicos se equivocan muchas veces –respondió Juan con una sonrisa- Ya estamos en paz puedes irte si quieres, aunque espero que me vengas a ver.

Martha tomo la mano de Juan y se la puso en la mejilla, acariciándola.

-No me iré hasta que tu andes te lo prometo….- contesto Martha con una calida sonrisa.

Transcurrieron los días, los meses, de la larga recuperación, paso a paso Juan conseguía progresar, a su lado en todo momento estaba ella, apoyándole y al mismo tiempo enamorándose de el.

Martha no cumplió su promesa, cuando Juan andaba siguio con el, ya no como una amiga, sino como una amante agradecida. Juntos compartieron cientos de dulces momentos con su mutua compañia. la vida les sonreia.

Pero un dia en el que jugaban en la blanca arena de la playa, Juan cayo insconciente. Martha no dejo de pedir ayuda hasta que la ambulancia se llevo el cuerpo inerte de Juan, entre los sollozos de Martha

Juan empeoro de un día para otro, una lesión cerebral latente desde el accidente estaba llevándose su vida poco a poco. Volvieron a estar juntos en la misma habitación del hospital, juntos pero sin esperanza, cogidos de la mano aguardaban el final que los médicos habían profetizado.

-Puedes superarlo Juan – le dijo Martha mientras acariciaba su mano- ¿Recuerdas?, andaste cuando ellos dijeron que no lo harías, por favor no me dejes…

-Martha- Contesto Juan con la voz apagada y lejana- nunca te abandonarè, mi amor, siempre estaré a tu lado, pero ya no puedo luchar… por favor compréndelo… déjame ir en paz… siempre serás mi ángel...

Martha lloraba mientras aun seguía aferrada a la mano ya sin vida de su salvador, y de su amor. Algún día el dolor pasaría pero nunca olvidaría a este joven testarudo ni aquella tarde de invierno, cuando sus vidas se cruzaron…
Me ha gustado mucho, esta muy bien narrado para mi gusto, y el final esta muy bien, eso de que la que no estaba enamorada se enamore y no lo consiga al chico por lo que ha ocurrido me ha gustado mucho.

Slaudos
un relato muy bonito, muy bien relatado y un precioso, pero triste final.

tan solo tengo una cosa que objetar. Podrías haberte ...... no sé.... extendido un poco en su recuperación y su recaida. Tal vez un párrafo o dos más y hubieses tenido una conexión muy buena.

En fin, son opiniones de un medioambientólogo, así que tpoco me eches mucha cuenta jajajaja

[carcajad] [carcajad] [carcajad] [carcajad] [carcajad] [carcajad]

nos e ves muad ^^
Gracias Panex (me alegra que no te pareciera un poco lioso),

Gracias karibdys, te he hecho caso y le he agregado ese parrafo que honestamente le hacia falta a la historia para darle mas ritmo.

P.D Dios mio le debo un favor a karibdys!!!, creo que he pactado con el maligno [666]
[sati] ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬ ¬_¬
pactado con el diablo? si yo soy un verdadero angelito
[+risas] [+risas] [+risas] [+risas] [+risas] [+risas] [+risas] [+risas] [+risas]

el párrafo(s) añadido(s) enlaza todo muy bien ^^. Te ha quedado de loco. SI es que lo que yo diga......... [sati]

asias por hacerme caso ^^ es un honor q gente como vos me tenga en cuenta pa algo ^^

nos e ves [amor]
De honor nada, aunque ahora te debo un favor.... haber como te lo pago... (tranquilo encontrare la manera [beer] )
me ha parecido un argumento muy bonito e interesante! Saludos!!!
Gracias prado, aunque......

me ha parecido un argumento muy bonito e interesante! Saludos!!!


Que tu digas eso es muy imporatente.
Estoy con karibdys.. la historia es bonita y triste pero algo más de texto entre ellos habria aumentado la carga dramática y por consiguiente los sollozos al acabar el relato. :p

Que triste..... [decaio]
8 respuestas