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High Court of Australia ha puesto fin a la disputa legal que desde hace años enfrentaba a Sony con un instalador de modchips australiano. En un primer lugar un juez dio la razón al instalador, Sony apeló la sentencia y ganó, pero el acusado volvió a apelar y finalmente el máximo poder judicial le ha dado la razón,
dictaminando la legalidad de los modchips. La Corte Suprema ha decidido por unanimidad que los modchips no infringen las las leyes de copyright australianas, y que lo que Sony define como "medidas de protección tecnológias" no son tales al restringir los derechos de los consumidores y el libre mercado. De la sentencia:
No hay ninguna justificación de copyright por la que el comprador no debiera tener derecho a copiar el CD-ROM y modificar la consola de un modo que le permita disfrutar de su propiedad legalmente adquirida sin ninguna inhibición. Sony intentaba imponer restricciones a los derechos de los propietarios, tanto de los CD-ROMs como de las consolas, más allá de las leyes de copyright. En la práctica, y de forma intencionada, esas restricciones reducen la competencia en el mercado global.
Una importante victoria para los que defendemos la legalidad de los modchips y los usos de las videoconsolas más allá de los impuestos por los fabricantes.