Una maravilla de juego. Y una lección de programación, sobre como aprovechar al máximo una placa que tenía ya sus buenos añazos. Me hace pensar en cuánto habrían dado de sí la Saturn o la Mega Drive con programadores que exprimieran tanto la máquina como este juego exprimía la Neo Geo.
(Bueno, y si alguien hubiera exprimido al máximo la Dreamcast ,claro.........)