El relato de CROXNAR me ha recordado que tenía esto por ahí y bueno, pues lo pongo. Tiene mucho que ver con la traumatizante lectura -obligada- de La vida fósil. En fin, que ahí va.
Días.
Hoy ha sido un día extraño. Todo ha sido igual pero distinto. Y ahora esto. Dos niñas jugando en las escaleras y un impulso mortal nubla mi mente. Muy rápido y sin ser consciente hasta que la sangre empieza a secarse en mis manos. Sus cuerpos están ahí, al menos los miembros que los componían. Esa rubita podría haber sido muy guapa de mayor. Ahora su cara era sólo una masa sanguinolenta de la que pendía un ojo. Y supongo que eso que ha resbalado unos escalones son los intestinos de la morena.
Mi mirada perdida no ve nada, caminando lentamente hacia la fuente me doy cuenta de que no estoy arrepentido ni tampoco estoy feliz. No siento nada excepto el frío del agua que se lleva la sangre de mis manos.He de volver a casa; tengo trabajo que hacer. Los gritos se oyen desde el portal. Mi mujer estará discutiendo con alguno de mi hijos.Efectivamente. En cuanto entro todos los gritos se dirigen hacia mí: "inútil, vago imbécil", "papá, dame más dinero" no "a ver si encuentras trabajo de una vez mamón", "papá Marta dice que eres tonto", "mentira que es él el que dice que eres un bastardo subnormal".
Ignoraba todo. La única que no dice nada es Lara, Larita, la recién incorporada a la familia. Sólo hace unas semanas que dieron el alta a mi mujer después del parto. Dicen que se parece a mi. Es muy buena. Ni siquiera llora cuando empiezo a ahogarla con mis manos. A Marta basta con un machetazo en el cráneo para que deje de chillar pidiendo dinero. Ivan intenta correr pero el televisor acaba por romperle la caja torácica. Mi mujer pone una silla entre ella y yo gritando.
Buena idea, una silla. Gritando; imito su grito mientras noto como la pata de la silla va llenando su tráquea.
Es un asco, la casa está llena de mierda, la ropa sin lavar y los cacharros se apilan en el fregadero.Y encima la sopa se enfría.