*Madruga del Domingo* Contengo mis lágrimas, para que mi hermana no me oiga llorar, son las 3:37 y acaba de llegar de fiesta. Yo estoy tumbado e inmóvil en mi cama con la cabeza tapada simulando que estoy dormido.
El porqué, se debe a hace dos días atrás, morí por dentro y aun no he resucitado…
Mi vida actual me repugnaba.
* Viernes noche; 2 días antes…* ELLA. La chica por quien dejaría todo y lo daría a la vez.
La que después de tanto tiempo anhelándola, escribiéndole impersonalmente, soñando con ella despierto y dormido, la tenia sentada enfrente a mí.
En nuestro cotidiano
bar de las sillas naranjas, íbamos a hablar de
eso. Tras de que yo le hubiera pasado
ese enlace una semana atrás, que habla de mis sentimientos, de todo lo que he escrito desde hace más de un año referido a ella, a mi quimera.
Los dos sabíamos porque estábamos allí. Sabia que nuestra conversación llegaría a un momento culminante e incomodo, pero yo no quería que fuera nada más comenzar, a si que empezamos con lo más genérico.
Mis nervios afloraban en mi apariencia: tragaba saliva, evitaba mirarla a los ojos y me trababa demasiadas veces. Era lógico y sé que ella lo notaba.
Necesitaba un respiro y busqué una excusa.
-Voy un segundo a mear- dije.
Ella asintió.
Fui al baño, repare unos segundos frente al espejo en mi reflejo, me refresqué la cara con agua mientras repasaba mentalmente todos mis argumentos preparados (sacados de mis noches de insomnio de la última semana). Besé mi colgante, sequé mis manos levemente en el pantalón y salí con todo el coraje que pude recoger de mi interior.
Y volví a sentarme junto a ella, la mire, estaba demasiado tranquila y eso me incomodaba más aun.
Era el momento, ahora o nunca.
-Bueno…, vamos al tema que nos acontece…- dije tenso.
Ella cambio levemente la expresión de su rostro, y esbozo una sonrisa.
Ahí me cortó, yo mire a otro lado.
-No, no me rió por lo que vas a decir, es que me hace gracia como lo has dicho – se exculpó.
Yo guardé silencio y continué.
-Ya sabes lo que siento hacia a ti, has leído todo lo que te puse -.
-Mi cabeza no piensa en otra cosa que no seas tú, me tienes hechizado, no sé que me pasa contigo en serio; ¿cuál es el veneno que me has dado?. Tú sabes como soy, que no soy de los que dicen estas cosas por decir-.
Su expresión fue cambiando tras una estela de seriedad.
-Te lo dije hace un año, lo he intentado disimular cuando estaba frente a ti, pero ya has leído lo que siento. Era mi única forma de desahogarme, escribir de ti; sobre ti, sobre lo que siento.
Pero ha llegado un momento que no era suficiente y no me ha quedado otro remedio más que decírtelo.- insistía.
-Bla, bla, bla, …-.
[…]
¿Para que seguir? Si ya casi ni me acuerdo (o no me quiero acordar) de la conversación y ya se sabe como va a acabar, MAL. Lo sé ahora y lo supe desde que le empecé a hablar aquella noche.
* Miércoles tarde; 3 días después…* 17:19 PM.
Soy prisionero voluntario en mi habitación. Y me oculto tras un
“No conectado” en el Messenger.
Llevo varios días sin salir de casa y estoy fatal, el
finde pasado fue horrible, el peor de mi vida –creo-.
Ahora mismo estoy tumbado en mi cama escuchando “La maqueta” de Estopa. Necesitaba algo que tuviera carga de sentimiento en sus letras, mi elección ha sido acertada.
Estaba entre la vigilia y el sueño, dudando si lo acontecido tiempo atrás había sido real. Conforme me despertaba me daba cuenta, mas intentaba engañarme a mi mismo haciéndome el dormido para fingir que solo había sido un sueño. Pero eso no se puede hacer. La vida es así, la realidad es la verdad y los finales felices solo pasan en las películas…
Y encima estoy en paro, hay que joderse…
Pd. Basado en hechos
extremadamente reales.
El 4-10-2008 morí.