Seguimos manteniendo el hilo a flote...
BRAVE BATTLE SAGA: Legend of the Magic Warrior El título que hoy nos ocupa es uno de tantos no licenciados producidos en Taiwán y que, a falta de una traducción que nos permitiera disfrutarlo, había permanecido casi inaccesible para los jugadores occidentales hasta recientemente, cuando los chicos de
Romhacking.net se liaron la manta a la cabeza y nos dieron la oportunidad de jugarlo en inglés. No sólo eso, sino que por fin parece que hemos llegado a un consenso sobre el nombre definitivo que debe conservar el juego.
Es lo que tienen este tipo de producciones. Por un lado, a pesar de tratarse de un trabajo casi totalmente original, ni había licencia ni intención o posibilidad de conseguirla y, por otro, el público iba a estar limitado a Taiwán y, presumiblemente, China. Esto provocó que el título, confuso desde sus inicios y en mandarín, haya dado lugar a numerosas reinterpretaciones: aunque la versión más extendida del título era Barver Battle Saga: Tài Kōng Zhàn Shì (The Space Soldier), los caracteres chinos decían Space Warrior / Magic Warrior al traducirlos literalmente. Así mismo, Tài Kōng Zhàn Shì era el nombre por el que se conocía a la saga Final Fantasy en Taiwán, lo que llevó a que proliferaran reproducciones (principalmente rusas, con una horrible traducción a este idioma) con el título de la serie de Square-Enix en la portada, aunque el juego en sí no tuviera nada que ver (lo que no impide en páginas de subasta se intente dar gato por liebre vendiéndolo como “el Final Fantasy de Mega Drive”). Finalmente, la traducción de Romhacking.net lo rebautizó de forma definitiva como Brave Battle Saga: Legend of the Magic Warrior.
Los autores originales, ChuanPu Technology, lo son también de
Shuǐ Hǔ Zhuàn,
Feng Shén Ying Jié Chuán y
Yà Sè Chuán Shuō (este último es relativamente fácil de encontrar en páginas de subasta asiáticas bajo los nombres Imperial Dinasty o The Story of Arthur), todos ellos RPGs creados desde cero, si acaso con algún sprite o efecto sonoro puntual “birlado” de juegos oficiales, y con el mismo motor de juego, ChuanPu RPG Engine.
¿Cómo funciona ese motor? En general, al igual que el resto de elementos del juego, sorprendentemente bien. Brave Battle Saga es entretenido, muy jugable, bonito, variado, suena bien… De hecho, tanto el apartado gráfico como el sonoro resultan muy, muy correctos. Los personajes gozan de un tamaño, colorido y definición notables, y cuentan con suficientes animaciones y diferencias en el diseño como para no hacerse aburridos. Manejamos a Tim y a sus amigos, que intentarán impedir que el Imperio Zak se haga con cuatro platos que les permitirían reactivar una estación espacial, enterrada bajo tierra hace siglos y que fue la causante de la destrucción de toda civilización en el planeta. Miles de años después de la tragedia, cuatro reinos han prosperado con el poder de sus respectivos templos sagrados. Cuatro reinos bien diferenciados tanto en diseño como en funcionamiento social. Todo ello evidencia un trabajo considerable y de gran calidad por parte de ChuanPu Technology.
Las escenas de combate guardan similitudes importantes con las de Breath of Fire 2 para SNES. El sprite de Tim en estas escenas también se asemeja bastante al del protagonista de dicho juego. Varias zonas de Brave Battle Saga parecen basadas en otras tantas de Romancing SaGa 3, especialmente la aldea de las hadas y las entradas a los templos. Por último, en el caso del personaje de Ayrshire vemos que se trata de un ripeo descarado de Kefka, de Final Fantasy VI.
Cuando profundizamos un poco en Brave Battle Saga, podemos apreciar cierta inconsistencia en el apartado gráfico: los personajes se nos muestran en estilo superdeformed, pero en las escenas de combate los sprites son mucho más estilizados y proporcionados. Con los enemigos, la cosa es peor, ya que aunque nos choquemos con algo que parece un dragón, al entrar en combate a lo mejor vemos que no es un dragón sino dos águilas gigantes. Es como si el sprite del monstruo fuera más bien el símbolo de una unidad o regimiento y no de un individuo, pero tampoco guarda relación alguna con los miembros de dicha unidad. Por otro lado, los combates son numerosos y, en ocasiones, muy tediosos, ya que los enemigos atacan casi siempre antes y pueden hacerlo de nuevo si tardamos mucho en dar instrucciones a nuestros personajes (aunque esto suene lógico, por otra parte).
Es una pena que Super Fighter Team no se hiciera con los derechos de este título para un lanzamiento comercial. Sólo con corregir los detalles gráficos mencionados, estaríamos ante un RPG de gran calidad. Cuenta con un argumento interesante, es bonito, variado y nos ofrece alrededor de 20 horas de juego. Ahora, al menos, podemos disfrutar de la rom traducida en nuestros emuladores y flashcarts. Merece la pena.
Publicado en
Games Tribune #33, Noviembre 2011