Si lo que se le reprochan son las formas, la crítica en sí, por muy salvaje que sea, está en todo su derecho de hacerla. Bien puede decir que ZP o Gallardón o el que sea no hace su trabajo, o que no ha cumplido sus promesas, o que es un inútil o lo que sea... pero de ahí a llamarlos terroristas, a decir que pretenden un golpe de estado, que no les importan las víctimas y demás... va un trecho bien largo. Además es de una forma sistemática.
Y es especialmente indignante que Federico sea él mismo una víctima del terrorismo. Quiero decir, pensaría uno que cuando un terrorista te ha pegado un tiro en la rodilla, deberías usar con mucho cuidado la palabra terrorista para calificar a alguien... pero todo lo contrario.
A ver si le cae un buen paquete y deja de exaltar a un sector de la sociedad importante, que no se puede consentir que un tío se ampare en la libertad de expresión para sembrar cizaña de la manera que lo hace éste.