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Amnistía denuncia la impunidad de los abusos policiales en las manifestaciones contra los recortes
En su último informe, la ONG reclama formación en derechos humanos para los antidisturbios y que los gobiernos europeos investiguen y castiguen a los agentes que se sobrepasen. En España exigen al Gobierno que intervenga
DANIEL DEL PINO Madrid 25/10/2012 12:56 Actualizado: 25/10/2012 14:57
La represión de los manifestantes el pasado 25 de septiembre durante la convocatoria para rodear el Congreso de los Diputados en Madrid y las posteriores cargas policiales en la Estación de Atocha son el ejemplo más gráfico de que el Gobierno de Mariano Rajoy quiere atajar a toda costa y por cualquier medio toda expresión de protesta contra los recortes. Las detenciones sin motivos, las identificaciones aleatorias y la criminalización de los manifestantes son el mejor antídoto para difundir un mensaje: si no participas en las concentraciones no pasará nada.
El caso de Madrid es el caso de Barcelona o Valencia. Pero también el de otras ciudades europeas donde las autoridades políticas están permitiendo el exceso de las fuerzas de seguridad para imponer la austeridad a base de golpes. La ONG Amnistía Internacional (AI) denuncia en su último informe varios ejemplos concretos de abusos policiales en España, Grecia y Rumanía durante manifestaciones contra los recortes y la ligereza con la que sus mandos y los respectivos gobiernos están actuando cuando se trata de perseguir, investigar e identificar a los responsables de esos ataques a manifestantes.
"Cuando se producen estos casos de uso excesivo de la fuerza, a pesar de las denuncias, no ha habido investigaciones ni castigos porque no ha sido posible identificar a los agentes", reclamó en una rueda de prensa Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de AI en España, quien además hace hincapié en la utilización inadecuada que hacen los agentes de los materiales antidisturbios. "Desde Amnistía entendemos que la Policía es la encargada de mantener el orden público y que esta no es una tarea fácil, pero deben respetar los estándares europeos [...] Los gobiernos deben dejar de recurrir a la fuerza si no es estrictamente necesaria y llevar las investigaciones de los abusos policiales hasta el final", exige.
Limitar el derecho a manifestación
"Nos preocupa que se esté intentando limitar el derecho de manifestación", dice Virginia Álvarez, responsable de política interior de AI cuando se refiere a las cargas policiales en las manifestaciones en España. Desde la organización insisten en la necesidad de crear un protocolo que regule las actuaciones de los antidisturbios durante este tipo de eventos y piden que se forme a los agentes en derechos humanos.
"Hemos solicitado información al Ministerio de Interior sobre los disturbios en la Plaza de Catalunya de Barcelona el 29 de marzo y el 25 de septiembre en Madrid y hemos recibido la callada por respuesta. En el caso del 25-S enviamos una carta al ministro Fernández Díaz y exigimos una investigación independiente de la actuación de la Policía el 25-S y los policías de paisano en los alrededores del Congreso, así como de los acontecimientos en la estación de Atocha, donde además de las agresiones a viajeros y a un periodista se puso en peligro la vida de las personas que estaban en los andenes", denuncia Álvarez.
Gabriel Jiménez, uno de los detenidos el 25-S, explicó cómo fue arrestado por la fuerza sin causa aparente, cómo se le negó la asistencia médica en reiteradas ocasiones pese a tener una brecha en la cabeza y denunció que la Policía le colocara tres piedras en la mochila y presentara un parte de lesiones de un agente al que supuestamente había herido. En el trayecto desde la comisaría de Moratalaz hasta el hospital Gregorio Marañón para que le cerraran la herida, los agentes le insistieron en la idea de que "si no hubiera estado allí, no me habría pasado nada" y en que "esto me servía para quedarme en casa la próxima vez".
"El 25-S acudí a una convocatoria pacífica y en realidad era una convocatoria violenta por los mensajes con los que políticos y varios medios calentaron el ambiente", dijo.
Agresiones a periodistas
"La pregunta que me surge es que si la Policía está para protegernos, quién nos protege a nosotros de la Policía", explica Paloma Aznar, periodista que lleva años documentando los heridos por impacto de las balas de goma en las actuaciones policiales. Aznar denuncia las presiones "cada vez mayores" que sufren los profesionales de la información a la hora de hacer su trabajo en estas protestas y puso como ejemplo la agresión que sufrió en la calle Carretas durante las concentraciones en contra de la visita del papa a Madrid en agosto de 2011.
Aznar explicó que cuando vio a dos agentes golpear a una chica "me acerqué con la cámara porque pensé que así pararían y al final también me pegaron a mi. Cuando quise presentar la denuncia un policía nacional me dijo que no iba a llegar a ninguna parte y así ha sido, la demanda ha sido archivada".
"Si yo voy a una manifestación en Israel sé que corro un riesgo. Otra cosa es que aquí se esté atacando a la prensa porque es prensa [...] El casco se está empezando a convertir en una herramienta más de trabajo para los periodistas pero no estamos en Homs, estamos en Madrid", se queja. Aznar además ha ido recopilando el número de heridos por el impacto de las balas de goma de los antidisturbios en la última década. Según la periodista, ha habido más de 50 heridos graves en los últimos diez años, 23 han perdido un ojo, y tres han muerto.
"Pensé que estaba muerto"
AI repasar en su informe el caso del periodista griego Yannis Kafkas, que fue agredido con un extintor durante una manifestación en Atenas en mayo de 2011 y después apaleado por varios antidisturbios. Pasó 20 días en el hospital y tuvo que ser operado. Aún sufre mareos por las heridas sufridas en la cabeza y tiene problemas de movilidad en el brazo izquierdo. Un mes más tarde, el también periodista Manolis Kypreos perdió la audición en los dos oídos después de que un agente le lanzara una granada paralizante. Pasó por el quirófano y sólo recuperó parcialmente uno de ellos.
"Mostré a los policías que era periodista y miembro del Sindicato de Periodistas. Tras insultarme, ordenó a otro agente que me arrojara una granada paralizante. Salté literalmente hacia atrás. Pensé que estaba muerto", explica en el documento publicado este jueves. En ambos casos, las investigaciones y procesos judiciales contra la Policía no han ido a ninguna parte.
El informe habla también de los casos de Andrei Ristache y su padre Augustin en Bucarest (Rumanía), que fueron rodeados por un grupo de agentes que los golpearon sin motivo cuando estaban volviendo a su casa después de una manifestación. Se les negó el acceso a la asistencia sanitaria en el momento y las denuncias por la paliza de los agentes, debidamente documentadas con partes médicos en los que se certifican contusiones y traumatismos craneales, no fueron atendidas.
¡No golpeen a manifestantes!
Amnistía publica en su informe una serie de recomendaciones para los países de la Unión Europea que se resumen en cinco puntos:
- Tomar las medida necesarias para impedir el uso excesivo de la fuerza
- Cumplir en todo momento las obligaciones internacionales
- Garantizar que se llevan a cabo investigaciones con prontitud
- Garantizar que se inician procedimientos disciplinarios contra los agentes que hagan uso excesivo de la fuerza
- Proporcionar reparación adecuada a las víctimas
La ONG está promoviendo también una ciberacción a través de su página web, en la que propone rellenar un formulario para enviar una carta al ministro Fernández Díaz exigiendo el fin de los abusos policiales.
Amnistía denuncia un uso arbitrario de la fuerza contra manifestantes el 25-S
La ONG critica que Interior no investiga los abusos de la policía, cuyos agentes no van identificados
Miguel Ángel Medina Madrid 25 OCT 2012 - 19:26 CET
En la manifestación del 25 de septiembre para rodear el Congreso la policía hizo un uso excesivo, desproporcionado y arbitrario de la fuerza contra manifestantes pacíficos. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denuncia que policías sin identificar golpearon a quienes se concentraban de forma no violenta, dispararon balas de goma y amenazaron a periodistas. Estos excesos son un ejemplo de los abusos policiales en las protestas en España que la ONG tiene documentados en los últimos dos años y por los que ha pedido, sin éxito, una investigación independiente al Ministerio del Interior. A preguntas de este diario, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ha rehusado valorar estas acusaciones.
"Hay impunidad de los agentes de la Policía, ya que no van identificados y las denuncias contra ellos, cuando se producen, no son investigadas", es decir, "no hay mecanismos adecuados para la rendición de cuentas", explica Virginia Álvarez, responsable de política interior de AI, en la presentación del Informe de Actuación policial en las manifestaciones de la Unión Europea. En él se recogen varios casos de abusos contra manifestantes en nuestro país, en especial en convocatorias realizadas por el 15-M, así como en Grecia y en Rumanía.
Uno de ellos es el de la periodista Paloma Aznar, a quien la policía golpeó tras la marcha de los mineros en Madrid a pesar de que previamente se había identificado como profesional de la información. "Denuncié el caso, pero el juez lo archivó al no poder identificar al responsable", señala Aznar, que también critica que las fuerzas de seguridad "están haciendo desaparecer y destruyendo material audiovisual" que documenta estos abusos.
Con respecto a este tema, Interior se remite a las declaraciones del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa. "Estamos estudiando desde el inicio de la legislatura la posibilidad de estudiar alguna fórmula por la que conste ese número de identificación" de los agentes antidisturbios, señaló Ulloa a principios de octubre, según recoge Europa Press. Amnistía pide que, mientras tanto, se sancione a los policías que no se nieguen a facilitar su número identificativo.
Gabriel Jiménez, detenido tras la manifestación del 25-S, también ha aportado su experiencia, parte de la cual tiene grabada en vídeo. "La policía me pegó en la cabeza y por la espalda a pesar de que yo no me resistí", relata. Según sus palabras, los golpes de los agentes le provocaron una brecha en la cabeza. Asegura que no le facilitaron atención hospitalaria hasta al menos cuatro horas después de su detención y, al volver a comisaría, le negaron atención médica y medicamentos en dos ocasiones.
En el informe, Amnistía muestra su preocupación por la falta de normativa respecto al empleo de material antidisturbios, lo que se puede traducir en excesos policiales. En este sentido, Aznar cuenta que 23 personas han perdido un ojo en los últimos diez años por el uso de balas de goma en España. La ONG aventura que los abusos en las actuaciones de los agentes de la UIP pueden empeorar por el aumento de manifestaciones en contra de los recortes y reitera su petición al departamento de Fernández Díaz para que investigue este tipo de actuaciones -como las cargas en la estación de Atocha el pasado 25-S- y ponga medios con el fin de que no se repitan. Para ello, ha puesto en marcha una campaña de concienciación dirigida al ministro del Interior.
Nuku nuku escribió:ONGrroflautas.
Ale, que los de siempre empiecen a justificar lo injustificable one more time, que empiece el Show.
Yo propondría que el lema de los antidisturbios fuera la gran famosa frase de la masa "es la hora de las tortas".
CaronteGF escribió:Nuku nuku escribió:ONGrroflautas.
Ale, que los de siempre empiecen a justificar lo injustificable one more time, que empiece el Show.
Yo propondría que el lema de los antidisturbios fuera la gran famosa frase de la masa "es la hora de las tortas".
De la Cosa. Esa frase es de La cosa.
Esta es la Europa que nos queda después de cada crisis económica: Fascismo y represión. hoy igual que hace casi un siglo.
Nuku nuku escribió:Lo triste de todo esto es que no va a cambiar NADA, se la va a sudar al gobierno, los perros del estado seguirán ladrando al son de sus amos, los que están a favor de la represión lo seguirán apoyando y harán caso omiso, iremos perdiendo derechos poco a poco y saldremos con nuevas cicatrices por que no va a cambiar NADA, y es lo patético de este país, que hemos vivido una dictadura y a muchos no les importaría volver a un estado similar.
caren103 escribió:Más que se la suda al Gobierno, pienso que la casta política es quien se lo permite